La amenaza de huelga general acorrala a Villepin

Los sindicatos franceses quieren forzar así la retirada del nuevo contrato para jóvenes. Las protestas acabaron con 167 detenidos y 52 heridos.
Manifestantes son desalojados por la policía antidisturbio durante los enfrentamientos originados tras la movilizaciones estudiantiles contra el Gobierno conservador en París.(EFE)
Manifestantes son desalojados por la policía antidisturbio durante los enfrentamientos originados tras la movilizaciones estudiantiles contra el Gobierno conservador en París.(EFE)
Maya Vidon/EFE
Manifestantes son desalojados por la policía antidisturbio durante los enfrentamientos originados tras la movilizaciones estudiantiles contra el Gobierno conservador en París.(EFE)

La batalla en Francia contra el Contrato de Primer Empleo (CPE) no cesa. Con la resaca de las movilizaciones de estudiantes del sábado en todo el país, los sindicatos volvieron a presionar ayer al Gobierno.

Esta vez juegan la baza de la huelga general para obligar al primer ministro, Dominique de Villepin, a retirar el contrato para jóvenes, que contempla el despido libre para menores de 26 años durante los dos primeros años de trabajo.

«Estamos pensando en convocar una jornada de paro laboral nacional», aseguró ayer el secretario general del sindicato CGT, Bernard Thibault. Los sindicatos se reúnen hoy para decidir su estrategia.

Oposición solcialista

A los estudiantes y los sindicatos, que convocaron las movilizaciones, se suma la oposición socialista, que pide la retirada del CPE.

El sábado más de un millón y medio de personas se manifestaron, según los sindicatos (más de medio millón, según la Policía), en 160 ciudades. En París hubo incidentes, que acabaron con 167 personas arrestadas –70 seguían ayer detenidos–, y 52 heridos.

Así las cosas, los analistas políticos ven varias salidas a la crisis. Una posibilidad es que Villepin cuente con la desmovilización de los jóvenes por las vacaciones de Pascua, lo que implica que los sindicatos cedan.

Cambiar el contrato

Otra opción sería modificar en profundidad el nuevo contrato –reservarlo a jóvenes no cualificados o a los que lleven al menos dos años en paro; o reducir a la mitad el período de prueba–.

Una tercera salida es que el Consejo Constitucional, al que ha recurrido el Partido Socialista, censure el CPE. El último recurso sería la retirada del nuevo contrato que, de momento, Villepin parece excluir.

Un mes de movilizaciones

El sábado se superaron las cifras de las anteriores protestas contra la precarización del trabajo. Hace un mes se manifestaron 400.000 (218.000, según la Policía), y el día 7 de marzo, un millón (400.000, según la Policía).

Al mismo tiempo, Dominique de Villepin ha perdido popularidad: un 61% de los franceses están descontentos o muy descontentos con él.

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