La Audiencia de Tarragona ha condenado a 10 y 21 años de prisión a los hermanos Pedro y Diego C.C., a los que un jurado popular consideró culpables de asesinar de un tiro en la cabeza al novio de su hermana en Corbera d'Ebre (Tarragona) con una escopeta que disparó uno de ellos por la espalda, a no más de 30 centímetros.

Según la sentencia, el tribunal popular consideró probado que la víctima inició una relación por internet con la hermana de los acusados y más tarde conoció a los hermanos, junto con los que llegó a celebrar reuniones familiares y a los que, el día de los hechos, el 23 de diciembre de 2007, les había llevado una bombona de butano.

Diego C.C. se ofreció a subir la bombona a casa y le dijo a su hermana que ni ella ni sus hijas se irían de allí con él, mientras Pedro C.C. le convenció de que les acompañara a una finca rústica de la familia donde se había olvidado ropa y el DNI.

Cuando llegaron al lugar, mientras la víctima se dirigía al camino que supuestamente llevaba a la casa, Pedro C.C. le disparó a la cabeza con una recortada, causándole la muerte de forma instantánea.

Ambos hermanos, arrastraron el cadáver hacia un pozo de recogida de aguas, donde lo arrojaron tapándolo con tierra y piedras y, al día siguiente condujeron el coche del fallecido hasta Lleida arrojándolo al canal de Serós, en la localidad de Sudanell.

Diego C.C., que padece una minusvalía del 52% por retraso mental, al ser detenido por robo, confesó los hechos e indicó a los Mossos d'Esquadra donde estaba el coche y el arma que su hermano guardaba, después de que la policía catalana hubiera encontrado el cuerpo el 14 de diciembre de 2008.

El jurado tuvo en cuenta la atenuante de enfermedad mental y la de confesión y el juez le ha impuesto la pena de 11 años de cárcel, mientras que para su hermano exige la pena máxima de 20 años al entender que utilizó "una de las formas más traicioneras de causar muerte, próxima a la ejecución".

Asimismo, impone una indemnización de 63.000 euros para cada uno de los hermanos del fallecido, y 4.680 euros por el vehículo propiedad de la víctima.