Calderón resucita para reflexionar

La Compañía Nacional de Teatro Clásico revisa una obra del siglo xvii, pero de insólita actualidad, con el conflicto entre cristianos y musulmanes como excusa.
La compañía nacional propone una doble tragedia, histórica y de amor.
La compañía nacional propone una doble tragedia, histórica y de amor.
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La compañía nacional propone una doble tragedia, histórica y de amor.
El conflicto entre cristianos y musulmanes no es nuevo. Tampoco lo es el mestizaje y el rechazo político o social que muchas veces arrastra. Está en el presente, pero también en el pasado, en un pasado con moriscos en medio de una batalla por sus costumbres y su cultura.

En España reina Felipe II, un monarca que cree que es mejor acabar con la diferencia, aunque sea con una guerra. En el siglo xvii, Calderón de la Barca se metió de lleno en este conflicto para posicionarse y para proponer una reflexión a través de sus dos armas: la tragedia y la comedia.

Dos elementos comunes a sus obras que no faltan en esta pieza. Titulada inicialmente El Tuzaní de la Alpujarra, el Centro Nacional de Teatro Clásico la ha recuperado como Amar después de la muerte. Y lo ha hecho por su actualidad.

A iniciativa del director Eduardo Vasco, la compañía revisita una historia que habla de amor, de honor y de supervivencia. Y lo hace con una propuesta coral, rigurosamente histórica, arriesgadamente fiel a los versos originales y con una puesta en escena muy sencilla para dar cabida a todos los escenarios.

* Teatro Rosalía de Castro. Riego de Agua, 37. Hoy, mañana y el domingo, a las 20.30 horas. Las entradas, a 8, 10, 12 y 16 euros.

Entre el teatro y la tele

Cerca de una veintena de intérpretes se subirán este fin de semana al escenario del Teatro Rosalía para dar vida a esta doble tragedia. Entre ellos destacan algunas caras muy televisivas y cinematográficas, como Jordi Dauder, Joarquín Notario, Emilio Buale o Juan Meseguer.

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