La Fiscalía pide penas de entre 28 y 32 años para cuatro rumanos de una banda que, presuntamente, torturaron y asesinaron a un hombre en Santa Margarida de Roses para robarle.

Los hechos ocurrieron el 4 de octubre de 2008 y juicio contra estos cuatro hombres ha empezado este lunes en la Audiencia de Girona.

La víctima era el encargado de un bar y una inmobiliaria, y según la acusación pública, el móvil del crimen sería económico ya que los procesados le habrían matado para conseguir las llaves de los establecimientos y los códigos de seguridad.

El principal acusado y líder de la banda, Costica C., ha negado haber matado a la víctima y haberle robado, aunque sí ha reconocido que estuvo en el lugar el crimen el día de los hechos, ya que el fallecido le debía dinero.

Así, Costica C., ha detallado que estuvo en el piso de la víctima —que se encontraba con dos magrebíes y dos moldavos— y que el fallecido le pagó la deuda con droga, que la cogió y que se marchó.

Incluso ha llegado a insinuar que detrás del crimen estarían los dos magrebíes y el propietario de los dos locales, ya que fue éste último el que hizo correr el rumor de que el asesino era Costica C.

El fiscal por su parte mantiene que era un plan que preparaba la banda desde hacía tiempo, por lo que dos de los miembros de la banda se ganaron la confianza del dueño de los establecimientos.

Uno de ellos empezó a trabajar en el bar y su hermana se convirtió en la pareja sentimental del propietario, para poder informar al resto del grupo.

El fiscal también sostiene que el día de los hechos, el principal acusado fue al apartamento de la víctima acompañado por dos secuaces que no han sido identificados, llamó a la puerta y cuando el encargado abrió "le sorprendieron bruscamente, lo inmovilizaron y lo ataron con las manos en la espalda", aprovechando que el encargado estaba solo ya que el dueño estaba enfermo.

Seguidamente, según recoge el escrito de fiscalía, lo golpearon "dura y continuadamente" con los puños y algún objeto, sobre todo en la cara, la boca y la cabeza y le infringieron intencionadamente durante varios minutos "grandes dolores, sufrimiento y angustia" antes de matarlo.

De este modo consiguieron las llaves y los códigos de seguridad de la caja fuerte de la inmobiliaria, que forzaron, para llevarse más de 66.000 euros: 60.000 euros en efectivo y joyas valoradas en 6.400 euros.

Penas de entre 28 Y 32 AÑOS

Por todo ello, el fiscal pide que se condene a los cuatro acusados —dos de ellos están en prisión y los otros dos en libertad— a penas de entre 28 y 32 años y cuatro meses de prisión por delitos de asesinato, robo con violencia y asociación ilícita mientras que la defensa pide la absolución de todos ellos.

El juicio está previsto que se alargue hasta este miércoles, con la declaraciones de los médicos forenses y los agentes que participaron en la investigación del caso.