Los incombustibles Faemino y Cansado vuelven al Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria del miércoles 30 de marzo y el domingo 1 de abril con tu espectáculo 'Parecido no es lo mismo', ofreciendo un total de cinco funciones, informó la organización en un comunicado.

De esta manera, en el nuevo espectáculo, que según destacan "respeta los planteamientos estéticos e ideológicos del dúo", volverán a ofrecer una buena dosis de absurdo; pinceladas de auténtica genialidad; incorrección política a raudales; dominio casi virtuoso del idioma.

Todos estos ingredientes que han hecho de Faemino y Cansado una de las parejas cómicas más importantes de España volverán a voltearse sobre el escenario para ofrecer uno de esos espectáculos magistrales que no dejan a nadie indiferente. "Cuando uno bebe un Muga gran reserva quiere que sepa a Muga gran reserva y cuando uno toma un danonino quiere que le sepa a danonino; cuando uno va a ver a Faemino y Cansado quiere ver a Faemino y Cansado haciendo, no lo mismo, pero si algo parecido", apuntaron.

Las entradas para dejarse abandonar por la carcajada ya están a la venta en las taquillas del Teatro Cuyás, la página web de Cajatique (www.cajatique.com), el teléfono 902 405 504.

Por su parte, 'Parecido no es lo mismo' no es un refrito de anteriores actuaciones de la pareja aunque sobre el escenario aparecerán personajes ya míticos de estos 23 años de andadura como el 'Gran Mimón'.

La obra es un continium de situaciones disparatadas que buscan "la carcajada" atroz, porque estos dos magos del absurdo no se conforman con la sonrisa. Como el nombre del propio espectáculo, fruto de uno de esos arrebatos de genio que tienen ya que aseguran que, simplemente porque pura inercia, los próximos montajes que salgan de esas cabezas bien pensantes llevarán todos el mismo nombre. "Porque nos da la gana", aseguran desafiantes.

En Parecido no es lo mismo los personajes no cambian; siguen siendo los grandes pilares de este dúo indisociable. Volverán a sorprendernos las historias de esos dos hermanos vagos hasta extremo que habitan en la ciudad árabe de Al-corcón; o los gestos exagerados y poco aristocráticos del que, probablemente, es uno de los mimos de técnica más lamentable de la escena.