Los museos de Castilla-La Mancha han recibido más de 2,2 millones de visitantes a lo largo de esta legislatura, tal y como ha indicado el viceconsejero de Educación y Cultura, Pedro Pablo Novillo, durante la inauguración en el Museo de Santa Cruz de Toledo, de la exposición '360º en espiral. Drowning by painting', del artista de Albacete, Miguel Barnés.

"El Gobierno de Castilla-La Mancha tiene una apuesta por acercar la cultura a los ciudadanos y las cifras revelan que lo estamos consiguiendo", afirmó el viceconsejero ante este dato. Asimismo, recordó el importante papel que cumplen las bibliotecas en este sentido, que con más de ocho millones de visitantes al año se han convertido en el segundo servicio público de la región más utilizado por los ciudadanos, según ha informado la Junta en nota de prensa.

"Nuestros museos y el patrimonio histórico con que contamos en Castilla-La Mancha, son un importante foco de atracción turística y esperamos que durante los tres meses que va a estar abierta esta exposición, sean muchas las personas que se acerquen a disfrutar de ella", afirmó el viceconsejero.

En Castilla-La Mancha "tenemos la suerte de contar con grandes creadores, artistas con inquietud y amplitud de miras, y Miguel Barnés es un ejemplo de ello, que además nos presenta su trabajo rompedor en esta joya de la arquitectura más temprana del Renacimiento español, como es este Museo", según señaló Novillo.

Clasicismo y contemporaneidad se fusionan en el Museo de Santa Cruz gracias al trabajo de este artista plástico, y representa la apuesta del Gobierno del presidente Barreda por difundir el trabajo de los artistas castellano-manchegos.

Comisariada por Óscar Alonso Moiina y José Luis Serzo, la exposición se podrá visitar durante los próximos tres meses, y en ella se invita al espectador a recorrer el trabajo que el artista ha desarrollado durante la última década.

Experto en componer y recomponer la realidad, Miguel Barnés, está considerado como un agitador pictórico lleno de vitalidad, cuyo trabajo se mueve entre los colores y las formas, con el que el albaceteño quiere hacer reflexionar al público.

En total, son más de 60 obras las que se han instalado en las salas de exposiciones temporales del Museo. Éstas van desde los grandes formatos a collages y dibujos sobre papel de formato más pequeño.

A través de ellas, Barnés transmite su idea de cómo todos volvemos alguna vez al punto de origen, a comenzar de nuevo, a iniciar un nuevo proyecto, pero siempre con la experiencia adquirida que nos enfrenta a ello con una nueva perspectiva. De ahí el título de la exposición, 360º en espiral. Con Drowning by painting, refleja de forma metafórica la sensación que experimenta en su trabajo, al estar ahogado en la pintura.

En la inauguración, el viceconsejero estuvo acompañado por el director general de Promoción Cultural, Rafael de Lucas, y el director del Museo de Santa Cruz, Alfonso Caballero.

Contenido de la exposición

El recorrido expositivo se inicia con las series Defragmentaciones y Volumetrías, donde las obras de formas voluminosas tratan de escapar del propio lienzo, recreándose en sí mismas. La máxima expresión plástica del volumen sobre un vacío de negros brillantes se encuentra en la serie Tourbillons.

Los collages de la serie dedicada a Milán reflejan la evolución de las primeras abstracciones a las figuras desconceptualizadas, asumidas como entes formales sin carga emocional.

Los espacios de libertad, de expresión plástica y de experimento formal se reflejan en el viaje real a Berlín, con las series Las paredes oyen y Kottbusser Tor, que abren una gran puerta a la investigación. La exposición culmina con la video-instalación denominada Los sueños de la razón, donde paredes, lienzos, sonido e imagen en movimiento, se unen en una danza visual cuya puesta en escena es en sí misma la obra.