La bióloga Naroa Aldanondo ha concluido, en su tesis redactada en Azti-Tecnalia y defendida en la UPV/EHU, que el desplazamiento de la anchoa joven del estuario a la zona oceánica "puede resultar importante para el éxito del reclutamiento".

La investigación ha determinado que la probabilidad de supervivencia de la anchoa es mayor "cuanto mejor crece" y son precisamente las que nacen en pleno periodo de puesta de huevas y que se desplazan "inmediatamente" hacia la zona oceánica "las que disfrutan de un crecimiento óptimo". "Éstas son algunas de las claves para un buen reclutamiento", según recoge la tesis de Aldanondo.

La bióloga ha investigado los modelos de crecimiento y desplazamiento de las anchoas jóvenes para explicar su relación con la supervivencia. La tesis se titula 'Anchoa europea de un año en el Golfo de Bizkaia: estudio de los procesos que afectan al reclutamiento basado en el análisis de las microestructuras de los otolitos'.

Además, ha redactado un texto a raíz del estudio, titulado 'Intentando entender los altibajos de la anchoa', por el que ha recibido el Premio CAF-Elhuyar al mejor artículo de divulgación basado en la tesis doctoral de autor.

Para la realización de la tesis, se ha utilizado como herramienta de trabajo principal los otolitos, que forman parte del sistema de equilibrio de los peces y sirven para determinar su edad y forma de crecimiento, cuyos indicadores son unos anillos que se acumulan sobre el otolito.

Aldanondo ha cultivado larvas en laboratorio para verificar la acumulación de estos anillos en las anchoas, bajo diversas condiciones térmicas, que le han permitido determinar que se produce con frecuencia diaria y, por lo tanto, los anillos acumulados en el otolito pueden ayudar a realizar una estimación precisa de la edad.

También ha confirmado que existe "una estrecha relación" entre la anchura de los anillos y la longitud del pez, aunque "con matices" ya que "las frías temperaturas pueden deformar esta proporcionalidad".

En la investigación llevada a cabo en pleno mar, Aldanondo ha capturado, de 2004 a 2006, larvas de anchoa y anchoas jóvenes, con el objeto de desglosar datos sobre la tasa de crecimiento de las anchoas jóvenes, las medidas de los otolitos y sus anillos y los modelos de desplazamiento. La investigadora ha clasificado en dos grupos la anchoa joven del Golfo de Bizkaia: aquellas que, siendo jóvenes, se desplazan a la zona oceánica y regresan posteriormente al estuario de la Gironda, y aquellas que se asientan en la costa desde un principio.

El análisis químico de los otolitos ha demostrado que las anchoas pertenecientes al primer grupo crecen "mucho más rápidamente" (0,88 mm por día) que las del segundo grupo (0,32 mm por día). Según explica la investigadora en su tesis, "esta gran diferencia respecto al crecimiento se puede deber a que las aguas exteriores están más templadas en primavera y en verano, y a que hay una mayor visibilidad de la presa en estas aguas, aun habiendo una menor concentración de alimentos".

Además, los resultados muestran que los ejemplares que salen a la zona oceánica y vuelven posteriormente conforman el 99 por ciento de la población de anchoa joven. Por lo tanto, ha sugerido que la salida de las anchoas jóvenes al exterior de la zona del estuario "resulta importante para un buen reclutamiento".

En cuanto a más factores determinantes del reclutamiento, la tesis menciona la fecha de nacimiento. Según indica, "en los años en que los ejemplares que nacen en el momento álgido del periodo de puesta de huevas (mayo-junio) sobreviven, las probabilidades de obtener un reclutamiento exitoso aumentan".

Además, se ha observado que existen diferentes modelos de crecimiento en función de la fecha de nacimiento de la anchoa, de modo que, a pesar de que los ejemplares nacidos en el momento álgido de la puesta de huevas crecen más lentamente en su fase larval, su crecimiento resulta más rápido en la fase juvenil. En consecuencia, su tamaño es mayor en otoño y, por lo tanto, sus probabilidades de supervivencia también.

Naroa Aldanondo (San Sebastián, 1978) es doctora en Biología. Ha presentado su tesis en el Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU, y la ha redactado bajo la dirección de Unai Cotano Basabe, investigador de Azti-Tecnalia, y Xabier Irigoien Larrazabal, jefe del Departamento de Oceanografía Biológica de Azti-Tecnalia.