Amigas para siempre... ¿O hasta ser madres?El caso de la maternidad 'mataamistades'

Rupturas, enfermedades, traslado de ciudad... Las amistades se adaptan a todo tipo de cambios pero, ¿qué pasa cuando eres madre?
Cómo cambia una amistad al ser madre
Cómo cambia una amistad al ser madre
Sam Taylor/Netflix
Cómo cambia una amistad al ser madre

Las amistades pasan por diferentes momentos, son capaces de sortear baches y de adaptarse a nuevas relaciones e incluso a cambios de ciudad, pero sin duda, hay algo capaz de transformarlas de manera definitiva: la maternidad. "Verdad de la buena es que las amistades cambian cuando te conviertes en madre. Bien porque empiezas a quedar -si te queda tiempo- con otras parejas con hijos en lugar de con tus amigos habituales, bien porque dejas de hacerlo con los que también son padres porque sus cachorros zurran a tu hija cuando creen que nadie los mira. En gran medida, eliges los amigos dependiendo de si puedes seguirles o no el ritmo. Algunos se descalifican solos y los tachas de la lista porque pisan el freno ante la inmediatez de cualquier encuentro en el que haya babas y sonajeros (cosa que puedo entender porque yo estaba en ese bando). Los más íntimos suelen ser fieles y se adaptan a las nuevas circunstancias", escribe al respecto Adriana Abenia en 'La vida ahora'.

Al leer sus palabras, le preguntamos a Ariadne Artiles, autora de 'Mamás Salvajes', si sus amistades también se han visto transformadas de esta forma por la maternidad. "La mayoría de mis amigas tienen hijos, por lo que nos vemos poco. Al final, es verdad que cuando tienes familia, haces mucho plan familiar. Antes las veías más entre semana, por ejemplo, en cenas, pero ahora, se te hace todo cuesta arriba y te apetece más estar en casa y ver una serie. Pero en realidad, las amigas que no tienen hijos me acompañan, vienen con mis hijas… Con las dos que no tienen hijos, hacemos por vernos una vez a la semana, al menos", dice la modelo.

¿Cambio o ninguneo?

Este debate ha llegado, cómo no, a TikTok, donde algunas madres echan en cara a sus amigas que no han vuelto a ponerse en contacto con ellas desde que son madres. Lo preocupante es la cantidad de madres que en los comentarios, coinciden con ella, aunque una usuaria le hace un pregunta interesante. "¿Te pusiste tú en contacto con tu amiga o te sentaste y esperaste a que viniera a ti? La amistad va en ambos sentidos". Auch. Sara Noguera, autora de 'Ser madre es fácil', explica que las amistades -y todo, en realidad- cambia de forma innegable porque al ser madres, la vida ya no depende sólo de nuestras decisiones o necesidades. 

"Hacer entender determinadas decisiones que tomas a quien no se plantea estar donde estás es tremendamente complicado. Se dice mucho eso de “desde que eres madre o padre ya no te vemos el pelo” y es cierto, pero la frase se emplea como si aquellos que son madres y padres hubieran dejado de querer hacer todo lo que se les ofrece por convicción y no por compromiso", dice. "Cuando se te señala por hablar demasiado de tus criaturas y se te cuestiona por hacerlo, tiene que ver con una sociedad que ningunea todo lo que alude a la infancia", añade Esther Vivas, autora de 'Madres desobedientes'.

Cómo cambia la maternidad las amistades
Cómo cambia la maternidad las amistades
Netflix

¿Por qué en tantas ocasiones las amistades se deshacen o dividen entre quienes son madres y quiénes no? "Estamos en una sociedad tan inmediatista y con tantas prisas, que a veces acoplarnos al ritmo de otros supone no sólo falta de ganas, sino un quebradero de cabeza. Tener hijos es una decisión personal y no podemos obligar a nuestro entorno a adaptarse a esas nuevas inquietudes o necesidades, pero sí creo que hay una gran carencia de empatía en nuestra sociedad y poco respeto por los cuidados", responde Noguera. 

"La maternidad significa un cambio radical, en particular cuando hablamos de la primera. Esto hace que cambie la relación con nuestro cuerpo, nuestra pareja, familia y amistades. Vivimos una experiencia que a menudo es poco compartida por amistades que no están transitando ese mismo momento. A menudo falta empatía hacia las madres y los padres;  hay una falta de entender lo que quiere decir cuidar y criar. Vivimos en una sociedad que da la espalda a la crianza y esto hace que cuando te conviertes en madre, esta experiencia está plagada de estereotipos y prejuicios de quienes te rodean y también de tus amistades. Necesitamos, por ende, más información sobre lo que significa criar y la maternidad, más empatía hacia la experiencia y entender que es compatible con la vida social y las amistades", dice por su parte Esther Vivas.

La periodista, socióloga y escritora, especializada en maternidad feminista, comenta que con los padres, el tema es diferente, pues tener un bebé impacta de manera diferente a padres y madres. "Vivimos en una sociedad patriarcal que sigue reduciendo la maternidad, la crianza y la responsabilidad a un aspecto meramente femenino, de la madre. Los padres no se sienten interpelados en igual medida cuando de hecho, tendría que significar el mismo grado de implicación en la crianza, pero en una sociedad patriarcal y machista, no era así. La maternidad influye de manera más contundente en la experiencia de las mujeres", señala. 

La revista Demographic Research publicó un estudio que analizaba cómo la edad a la que los padres tenían un bebé afectaba sus relaciones personales. Los investigadores concluyeron que, en general, la fuerza y la calidad de las amistades "normalmente disminuyen después de que se convierten en padres". Indicaron que la mayor parte de la degradación de la calidad sucede alrededor de los 3 años, cuando las necesidades de los niños son mayores y exigen más tiempo y energía de sus padres. Señalan, sin embargo, que aunque los amigos pueden alejarse durante esta era, las amistades regresan, siendo el dilema al que se enfrentan los amigos con hijos y los que no tienen si tras ese tiempo, la amistad no ha quedado realmente arruinada y vaciada. "Yo creo que hay que valorar la importancia de las personas en nuestra vida para saber si tener esa conversación (y asumir que igual el resultado de la misma no es el que esperabas), pero sin duda, si la amistad para ti es importante, habla y escucha y así podrás exponer tu situación pero también comprender la visión desde el otro lado. Yo misma, tras mantener ese tipo de conversaciones, tengo amistades maravillosas y otras que se fueron difuminando", dice Sara Noguera.

La verdad de la maternidad
La verdad de la maternidad
CONCHA DE LA ROSA/NETFLIX

Es cierto que en las primeras fases, la conversación puede centrarse casi de forma exclusiva en el recién nacido. ¿Hay forma de cambiar ese "chip de madre" o es algo intrínseco? Noguera señala que en realidad, no es tan diferente a lo que ocurre cuando, por ejemplo, empiezas a ligar con tu primera pareja y no dejas de hablar de ello con tus amigas. "Los temas que más centran nuestro interés son aquellos de los que más queremos o necesitamos hablar. A veces la gente no se para a pensar en que una madre sólo te habla de su bebé porque ahora mismo su vida gira en torno a él y contigo se siente segura para desahogarse sin ser juzgada", dice. "El 'chip de madre' se puede parar siempre cuando hay confianza y cariño.  Deja que empiece a contarte un poco y luego dile que te gustaría hablar de más cosas (aprovecha y saca tema tú), pero si quieres salir de ese 'chip', habla de aquello que os conecte en el presente y no de aquello que os conectaba”, señala.

Para terminar, no podemos evitar recordar el capítulo de Sexo en Nueva York en el que una amiga de Carrie le obliga a quitarse los zapatos para entrar a una fiesta en su casa y al salir de ella, descubre que han desaparecido. Al regresar otro día para saber si su amiga ha tenido noticia de sus sandalias de marca, ocurre una estampa perfecta como cierre. "Cuando tienes niños pierdes cualquier decencia social", le dice mientras se dispone a firmar un cheque para pagarle por las sandalias 'desaparecidas'. 

  • “¿Cuánto costaron?”
  • “485 dólares”
  • “Eso es una locura. Te daré 200 dólares. Es absurdo gastarse eso en unos zapatos”
  • “Pero tú sabes lo que cuestan unos Manolos… Tú solías llevarlos”. “Claro, antes de tener una vida real, pero ahora tengo responsabilidades reales: una casa, niños…”.

La venganza llega a través de un mensaje en el contestador. “Hola, quería hacerte saber que me voy a casar conmigo misma… El regalo de boda está en Manolo Blahnik”. Y es así cómo su amiga acude a la tienda y le regala las sandalias desaparecidas. Al final, las diferencias entre madres y no madres no se arreglan siempre con unas sandalias de marca, pero sin duda, sí con una conversación.

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