Entrevista |

Júlia Salander: "El instinto maternal es el cuento para que la natalidad siga estando ahí. ¿Dónde está el instinto paternal?"

Hablamos con la activista feminista con motivo del lanzamiento de su libro, 'Tu argumentario feminista'. ¿Es correcto hablar de micromachismos? ¿Es mala feminista quien siente celos y cree en el amor romántico? Y sobre todo... ¿Lograremos reconciliarnos con las cifras? 
Júlia Salander
Júlia Salander
Pía Utópica
Júlia Salander

Reconozco que como buena rata de biblioteca y de letras, los datos me aterran. Sin embargo, cuando supe que la activista feminista española Júlia Salander había escrito Tu argumentario feminista en datos decidí darle una oportunidad a los números. "Un dato sin teoría no significa nada, y una teoría sin datos es propaganda", escribe. "Es cierto que un número es algo frío e inerte, pero detrás de los números siempre hay personas sintientes, historias y realidades complejas", asegura.

Su libro está repleto de datos de los que escuecen. ¿Una muestra? Sólo hay un 24 % de mujeres en los medios de comunicación, las deportistas cobran un 40 % menos que los hombres, 8 de cada 10 ayuntamientos españoles están gobernados por hombres, el 20 % de los jóvenes que golpear a su novia no es violencia machista, el 57 % de víctimas de violencia sexual no lo ha contado nunca… 

¿Enfadada? En el libro hay otros 145 datos más que harán que la ira aumente, pero ante todo, consigue que quien lo lea, reaccione y reflexione. Al fin y al cabo, es imposible ser feminista sin vivir en un estado constante de enfado, pero libros como este se aseguran de que el enojo genere reacción y ante todo, acción.

Los datos son esenciales, pero aún así necesitan una perspectiva y un contexto. ¿Acaso no puede una misma cifra ser llevada por la extrema derecha hacia el machismo ?

Los datos son muy necesarios para cuantificar la realidad, y sin ellos, es imposible luchar. Lo que pasa con la extrema derecha es que manipula los datos. El peligro es que cuando están bien usados, citados y calculados, son útiles, pero tendemos a quedarnos en el titular. Aunque los datos son una herramienta necesaria para el feminismo, tenemos que recordar que detrás de cada cifra, hay personas. 

Los niños ocupan el 80% del patio, y con el paso del tiempo, los hombres ocupan las reuniones con sus palabras y el espacio físico con su cuerpo, como cuando hacen 'manspreading' (la práctica de algunos hombres de sentarse con las piernas abiertas). ¿Cómo recuperamos nuestro espacio de vuelta?

Es difícil recuperar algo que no has tenido. Desde pequeñas hemos aprendido cuál es nuestro lugar. Incluso a día de hoy, en el patio del colegio, veremos una portería de punta a punta y a niños que ocupan el centro del espacio, mientras que las niñas están relegadas a las esquinas. El mensaje no es otro que "pobre de ti si se te ocurre cruzar el patio". Cuando crecemos, nos encontramos con que en una reunión de trabajo sólo hay señores hablando. Para entonces, el mensaje de que somos menos importantes ya ha calado en nosotras. ¿Cómo recuperar entonces el espacio? Para empezar, analizando lo que ocurre y dándonos cuenta de que pasa. Luego, tomando medidas y acciones. 

Roxanne Gay, en su ensayo 'Mala Feminista', escribe: "Soy una mala feminista porque mi color favorito es el rosa". Sin embargo, es un color que está siendo recuperando por el feminismo. ¿Qué nos pasa con el amor-odio hacia el rosa?

Este es un aspecto, a nivel simbólico, importante. Desde pequeñas se nos inculca el rosa, pero cuando alcanzamos la adolescencia, queremos huir de él. Se nos enseña a amarlo y luego a odiarlo para ser guays. Cuando una mujer dice que odia el rosa, es alternativa y cool, y esa simbología la hemos hecho nosotros mismos desde una mirada patriarcal. Un color es un color. 

Desde niñas se nos enseña que nuestro capital es la belleza y la imagen, y eso nos convierte en productos

El 11% de los anuncios de juguetes sexualiza a las niñas. ¿Qué opinas de la polémica del carnaval de Torrevieja, en el que varias niñas han desfilado en lencería? ¿Cómo es posible que sus madres no echaran el freno?

Muchas veces confundimos la educación sexual con la sexualización. La educación sexual es necesaria y tendríamos que recibirla desde pequeñas, porque si no, es el porno el que nos educa sexualmente. Al hablar de la sexualización basta con entrar a Zara Kids, donde vemos una clara distinción. La ropa para los niños es tapada, mientras que la de las niñas es lo contrario y por si fuera poco, nos topamos con las poses de las modelos. Desde niñas se nos enseña que nuestro capital es la belleza y la imagen, y eso nos convierte en productos. 

El 61% de los hombres cree que el feminismo les discrimina. Supongo que no ha de ser fácil apartar los privilegios…

Claro. La realidad es multicausal. Por un lado está la pérdida de privilegios. El mundo estaba estructurado desde la desigualdad, y a nadie le gusta que le disputen la jerarquía. Por otra parte, creo que los jóvenes no están entendiendo qué es el feminismo, y estamos en un punto en el que en las redes hay una viralidad de reacción machista. Eso no quiere decir que los jóvenes sean ahora más misóginos que las generaciones de antes, pero las generaciones previas entendían que lo políticamente correcto era callarse. Sin embargo en la actualidad, se están rebelando contra el sistema. Lo curioso es que creen que el sistema es feminista. 

Tu argumentario feminista en datos
Tu argumentario feminista en datos
Montena

En el libro hablas de micromachismos, pero, ¿acaso este término no viene a restar importancia a comportamientos machistas?

Es cierto que en esencia, "micro" quiere decir pequeño, y en realidad, no hay machismo pequeño, sino uno más directo y otro más sutil, que es el que me parece más peligroso, porque cuesta más verlo. Lo llamamos así porque en realidad queremos decir que es el machismo diario y cotidiano; un machismo que ni mucho menos es 'micro', sino que está tan instaurado que nos cuesta identificarlo. 

Cuando dicen que las mujeres maduramos antes… ¿Nos hallamos ante una nueva trampa?

Es un mito. El proceso madurativo es el mismo, pero desde pequeñas nos dicen que tenemos que ser responsables, poner la mesa y tantas otras cosas que a ellos no se les exige. Luego nos encontramos a niñas de 14 años que salen con chicos de 17 años y lo escudamos con el discurso de que "ella es muy madura". Este es un discurso que a ellos, les va bien. A los hombres les interesa el síndrome de Peter Pan para que les hagan todo.

No quiero que quien se acerca al feminismo se sienta mal porque le encanta '3 metros sobre el cielo'

Las feministas a veces nos sentimos malas feministas incluso por anhelar el romanticismo y por sentir según qué cosas…

Nos han enseñado un modelo concreto, que es el de la monogamia. El sistema está plagado de mensajes de celos y posesión. Cuando lo analizas sabes que está mal, pero luego te sorprendes sintiendo celos o teniendo ciertas reacciones, y es importante saber que no te estás volviendo loca. Lo primero que hay que hacer es darse cuenta. Yo analizo las cosas con cuidado en mis redes porque no quiero que quien me escucha se sienta culpable. No quiero que quien se acerca al feminismo se sienta mal por ejemplo porque le encanta '3 metros sobre el cielo'.

¿Nos gustan los malotes porque en realidad, queremos ser nosotras las malas, o porque tenemos el síndrome de la cuidadora instaurado?

Creo que el motivo esencial es querer ser la cuidadora. Los malotes son atractivos porque las películas nos lo han enseñado así, pero hay un momento de Teresa de Calcuta que te hace creer que en el fondo, ese malote tiene un buen corazón y crees que contigo, va a aprender. Cuando ves a una mujer con un malote, lo habitual es que ella le quiera reconducir. En el fondo desea que no sea malo, sino que lo parezca.

¿Por qué siempre salen a la luz los datos de las denuncias por violencia machista falsas?

El fraude de ley existe en cualquier tipo de delitos. El porcentaje de denuncias falsas es tan ínfimo, que es un ruido que no afecta a la realidad, que no es otra que que el machismo existe. No les veo tan preocupados por otras denuncias falsas, esas que como comentaba, hay en cualquier tipo de delitos.

¿Por qué las mujeres suelen ser las que cocinan, pero la Alta Cocina parece reservada a los hombres?

Se nos ha adjudicado el monopolio de los cuidados y de la enseñanza. En la guardería y en el colegio sueles ver a profesoras, y al observar la pirámide jerárquica en el sistema educativo, es curioso que de repente, en la universidad, los profesores suelen ser hombres. Ocurre igual en la cocina. En casa, cocinan las madres y las abuelas, pero vete a un estrella Michelin y posiblemente, te encuentres con un hombre. Al ser materia de alto standing, es algo monopolizado por los hombres. 

Darcy Lockman dice que el instinto maternal es una mentira. ¿Lo es?

Lo que sé es que es algo social. El instinto maternal es el cuento que nos han contado para que la natalidad siga estando ahí. Hay muchos intereses sociales para que la estructura siga siendo el núcleo familiar compuesto por un padre, una madre y los hijos. Creo que muchas mujeres no tienen ese instinto, pero por culpa de la presión social, y no necesariamente directa, piensan que se van a arrepentir si no son madres. Yo siempre he tenido claro que no quiero serlo, y me topo con el clásico "ya cambiarás de opinión". ¿Acaso sólo hay un camino establecido? ¿Estoy predestinada a ser madre? Cuando todo el mundo quiere lo mismo, nos hemos de plantear si existe esa libre elección. Por cierto, ¿dónde está entonces el instinto paternal? No estamos hablando de instintos biológicos, sino de algo social.

Todas caemos en la trampa de perseguir un ideal de belleza irreal que jamás alcanzaremos

A las mujeres se nos critica por envejecer, por operarnos, por no hacerlo… ¿Hay forma de acertar?

Estamos en un momento en el que no podemos envejecer, porque pasamos a ser invisibles. Se genera mucho dinero creando traumas y necesidades. Al hablar de operaciones estéticas, distingo a la mujer de 18 años que se quiere cambiar la cara no porque esté pensando en envejecer, sino en un ideal de belleza, y la que cuando llega a cierta edad, se hace cosas para huir del envejecimiento, pues este implica invisibilidad y dejar de existir. Nos piden que nos operemos sin que se note, del mismo modo que tenemos que maquillarnos en clave nude. Si se nota mucho, te dicen que vas pintada como una puerta. Da igual lo que hagas: lo harás mal. Para mí, dentro de las violencias machistas, en un terreno simbólico, la que es más atroz es la violencia estética. En todo lo demás estamos dando pasos hacia adelante, pero en la violencia estética, estamos retrocediendo. Todas caemos en la trampa de perseguir un ideal de belleza irreal que jamás alcanzaremos. Nunca estaremos satisfechas.

Ser hetero en el mundo actual me parece un temazo

En el libro hablas de pornovenganza, pero en realidad, esas imágenes no se han producido con una finalidad pornográfica, y no podemos hablar de venganza, porque no es una reacción a un desagravio equivalente, sino un delito...

El hecho en sí es un delito que además, está tipificado, pero hay que atender a la razón que hay detrás. Cuando compartes un 'desnudo' y lo pasa por grupos de WhatsApp, entiendes que al hacerlo, dañarás a la otra persona. En los vídeos también hay hombres, pero son las mujeres quienes reciben el castigo social. Hemos de analizar cómo se ha estructurado la sexualidad en las relaciones heterosexuales. Yo soy lesbiana, y ser hetero en el mundo actual me parece un temazo. 

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