Muchos jóvenes españoles esperan con ansía llegar a la mayoría de edad para sacarse la licencia de conducción y poder ponerse al volante de un coche. Pero en este punto, hay un factor que puede suponer un gasto extra una vez ya se tenga el carnet de conducir en posesión.
Este es el seguro obligatorio que deben tener todos los vehículos y sus respectivos conductores, pero que, en el caso de los menores de 25 años, su precio puede estar desorbitado.
¿Cuáles son las razones por las que un novel paga más por su seguro?
En primer lugar, las aseguradoras visualizan diversos factores para establecer la prima adecuada. Por ello la edad del conductor y los años de antigüedad son uno de los valores clave a la hora del precio a pagar por el seguro contratado.
Las razones a esta premisa es que los conductores jóvenes tienen un mayor riesgo a sufrir percances. Oto de los factores del que se valen establecer la prima es el lugar de residencia, ya que el nivel de siniestralidad varía dependiendo de la zona.
Además de que, dependiendo del valor del vehículo, el precio será superior o inferior. Por último, si el conductor que quiere ser asegurado ha pérdida puntos del carnet o tiene sanciones por exceso de velocidad, la prima ascenderá considerablemente.
¿Cuándo dejas de ser novel para el seguro?
Un conductor deja de ser novel a los dos años de estar en posesión de la licencia de conducción, ya que hasta esa fecha solo dispondrá de 8 puntos en su carnet de conducir o tendrá llevar la L en el primer año de su permiso.
Por otra parte, para las aseguradoras todo quien se pone al volante y que tenga menos de 25 años es considerado como conductor joven, algo que como se ha indicado con anterioridad repercutirá en la prima del seguro obligatorio.
¿Qué pasa si mi hijo de menos de 25 años conduce mi coche y no está en el seguro?
Legalmente puede conducirlo, pero en caso de que mientras se encuentre al volante el vehículo sufra algún daño, es posible que la compañía de seguros no se haga cargo de ellos.
Esta circunstancia se aplica dentro de las premisas que las aseguradoras aplican para los conductores que no están en la póliza, como que deben ser parecidos al asegurado principal, tener más de 25 años y el carnet de conducir con un mínimo de 2 años.
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