Los grandes objetivos de descarbonización y renovación del parque automovilístico español están sobre la mesa, pero la situación actual debe dar un giro de 180 grados para que estos lleguen a cumplirse en las fechas planteadas para el próximo 2023 y 2030. A día de hoy, los vehículos españoles han envejecido un año más en comparación con los datos del año 2019, las matriculaciones siguen arrastrándose y los coches de segunda mano son los protagonistas de la adquisiciones.
Los datos confirman que la media de antigüedad del parque automovilístico se cifra en 13,1 años, casi uno más que la edad media del 2019, 12,6 años. Pese a las ayudas y medidas para reactivar la demanda de coches más nuevos, los preferidos son aquellos de más de una década en uso, sobre todo por razones económicas y de precio.
Esta característica, además de los datos de matriculaciones y transferencias, informa sobre el protagonismo de los vehículos de ocasión en el mercado español. Aunque han caído las matriculaciones generales en un 35,9% a principios de este año en comparación con el 2019, el mercado de los coches de segunda mano se mantiene a flote con un descenso de solo el 6,4%.
Del total de vehículos de ocasión vendidos hasta mayo, el 32,7 % (256.227) tenía más de 15 años, segmento que ha crecido el 15,6 % respecto a 2019; mientras que otro 26,5 %, (207.527 unidades), sumaba entre 10 y 15 años. Uno de los hándicaps de la renovación del parque es que si bien existen ayudas como el Moves activas para la adquisición de vehículos eléctricos o híbridos, se necesita también un impulso que favorezca la compra de coches nuevos o de menos de 5 años de antigüedad.
Los eléctricos, a la cola
Estos dos grandes rasgos del parque, unidos a la falta de ventas de vehículos eléctricos, van a dificultar la consecución de los objetivos marcados por le Gobierno. Para el próximo 2023 se pretende que haya 250.000 coches con etiqueta cero y que esta cifra alcance los 5 millones en 2030. Sin embargo, y tras las declaraciones de Faconauto, se tardarían cinco años en conseguir las ventas fijadas para 2023, aunque se espera que la demanda de los electrificados aumente en estos próximos años.
Los datos recogidos por la agencia EFE muestran que España cerró 2020 con 29.707.581 vehículos en circulación, de los que sólo el 0,3 % (94.421 unidades), tenía etiqueta Cero. Aún así, la cifra de venta total de electrificados creció en un 81% en comparación con el año 2019.
La falta de rapidez en el crecimiento de las ventas de coches de emisiones reducidas reside en la escasez de puntos de recarga y su elevado precio, que pese a las ayudas del Gobierno sigue representando un gran desembolso económico. Debido a la situación de inestabilidad actual, los conductores prefieren salir del paso con coches más baratos y, por tanto, más viejos y más contaminantes.
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