El Baremo de Deficiencia Global de la Persona (BDGP) es el primero y el más importante de los cuatro. Se encarga de evaluar las deficiencias de las funciones y estructuras corporales de la persona, entendidas como las "anormalidades o pérdidas de una estructura corporal o de una función fisiológica". Este baremo es una primera aproximación a la discapacidad de la persona y establece qué clase de deficiencia tiene basándose, en este caso, en criterios objetivos y clínicos.
El Baremo de Limitaciones en la Actividad (BLA) es el encargado de medir las capacidades y dificultades de una persona para realizar una actividad, tarea o acción, comparándola con la manera en la que se espera que una persona la realizase sin su condición de salud o deficiencia. Mide el "máximo nivel probable de funcionamiento" que una persona puede alcanzar en un entorno sin barreras.
Getty ImagesEl Baremo de Restricciones en la Participación (BRP) es el encargado de valorar la interacción entre la deficiencia y el desempeño en la realización de actividades diarias habituales en el entorno real de la persona. La valoración de este baremo está condicionada por los problemas que experimenta la persona para realizar actividades e implicarse en situaciones vitales.
Getty ImagesEl Baremo de los Factores Contextuales y Ambientales (BFCA) evalúa aquellos factores del entorno real de la persona que interfieren en su funcionamiento y pueden actuar como barreras, incrementando la discapacidad y restringiendo su participación plena en la sociedad.
El nuevo baremo recoge hasta cuatro grados o clases de discapacidad- El 0 corresponde a discapacidad nula (0-4%), el Grado/Clase 1 es el de discapacidad leve (5%-24). El Grado/Clase 2 reconoce una discapacidad moderada (25-49%), mientras que el 3 corresponde a una discapacidad grave (50-95%). El Grado/Clase 4 corresponde a una discapacidad total (96%-100%).
El nuevo real decreto pone en marcha un trámite de urgencia para calificar el grado de discapacidad en causas humanitarias o de especial necesidad social, como son las víctimas de zonas en guerra, de salud o de esperanza de vida, como es el caso de las personas con enfermedades degenerativas, como la ELA.
El nuevo decreto pretende poner en el centro a la persona flexibilizando el proceso a través de medios telemáticos. De esta forma, establece que, si se considera necesario, el equipo multiprofesional podrá realizar la valoración a distancia, "considerando los factores contextuales y ambientales en el entorno habitual de residencia de la persona”. La nueva norma permite, además, que la persona pueda ir acompañada por alguien de confianza.
El nuevo baremo incluye a la sociedad civil de la discapacidad como integrante de la Comisión de Valoración de la Discapacidad. "Se podrá acordar requerir la cooperación de las organizaciones sociales de la discapacidad, al objeto de informar, auxiliar, asistir o aportar conocimiento experto en todas las cuestiones relacionadas con la valoración de la discapacidad", asegura el texto.
Freepick