
La entristecida Miral
El sueño y misión de los voluntarios de APAMS es "defender los derechos de los animales luchando a favor de su protección, su bienestar y abogando por la adopción y tenencia responsable". "Actuamos a nivel internacional colaborando con otras protectoras y a nivel local, procurando dar atención veterinaria, piensos medicalizados, paseos y buscándoles una familia responsable. En la foto nos presentan a Miral, una hembra de Pastor alemán de unos nueve años de edad "muy cariñosa". "Estamos luchando contra el miedo de su vida anterior, llegó a la perrera en muy malas condiciones, tenemos la sensación de que jamás ha pisado un veterinario", comentan desde la asociación. "Duerme en una esquina en el suelo de la jaula con las orejas y el rabito hacia abajo, cómo pidiendo perdón por estar aquí".
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Rory, rescatado de una bolsa
"Nos centramos en ayudar a todos los animales, pero principalmente nuestra labor se centra en perros y gatos", explican desde APAMS. "Los gatos siempre eran los grandes olvidados, sin ni siquiera instalaciones para ellos, por lo que tuvimos que empezar a albergarlos en nuestras casas, en las que muchos de ellos siguen viviendo después de años y forman ya parte de nuestras familias". En la foto se encuentra Rory, una gatita de diez meses que perdió el ojo a causa de su primer contacto con el ser humano. "Un inhumano la metió en una bolsa junto a sus hermanos pero, pese a todo, ella sigue confiando, buscando y dando amor", relatan. "Se merece que lo demos todo por ella, sus hermanos ya han sido adoptados, queda ella...".
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La obediente Rebeca
La forma que la protectora tiene de recaudar dinero para mantener a los peludos es a través de aportaciones de socios y del Teamer, miembros colaboradores, empresarios, emprendedores, subvenciones, donantes particulares y eventos. "Tenemos una deuda veterinaria adquirida de miles de euros y, a nuestro cargo, muchísimos animales en la perrera y en acogida", explican. En la foto se encuentra Rebeca, una oscurita hembra de Pastor alemán de aproximadamente dos años y medio muy obediente y mimosa. "Desconocemos su historia aunque es algo reactiva con algunos perros, nos apena pensar que fuese utilizada como una herramienta", comentan desde la asociación.
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Bala, el invisible
Como ocurre en todas las protectoras de animales y asociaciones, siempre hay algunos animales que cuesta más dar en adopción. "Los animales que llegan a nosotros lo hacen con la herida del abandono y, en muchos casos, malos tratos o indiferencia", explican desde APAMS. "Los que necesitan más atención son los que denominan 'invisibles', perros que por su edad, raza o patologías se vuelven invisibles ante la sociedad. Estos perros sufren muchísimas veces a lo largo de su vida, viendo como pasan por delante de él y ni siquiera los miran". En la foto nos presentan a Bala, un mestizo de casi seis años de carácter manso y mimoso. "Su historia es una de las más duras de la perrera. Llegó junto a su madre de cachorro, ambos con cadenas al cuello y maltratados. Conseguimos que su madre fuera adoptada y él se ha quedado solo en la perrera. Sigue siendo juguetón pero se le nota más triste, nada nos gustaría más que también fuera adoptado".
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A Michel no le gustan los perros
Para adoptar cualquier peludo de cuatro patas con APAMS hay que seguir un proceso que, según los voluntarios "pone en valor ante todo el gran gesto de la persona que tiene el corazón de querer salvar una vida adoptando". Primero se solicita cumplimentar un formulario de adopción o acogida y después se realiza una breve visita a la familia al hogar que compartirán con el peludo. En la foto se encuentra Michel, un gato de siete años y medio que le tiene miedo a los perros. "Lo mejor para él sería una adopción en solitario o con otros gatos", explican desde la asociación. "Michel es positivo a inmunodeficiencia felina y es un luchador".
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Morris, toda una vida en el refugio
Si tras la visita al hogar de los voluntarios de la protectora todo va bien, se puede formalizar la adopción. "Disponemos de convenio con algunas clínicas en las cuales se formaliza el proceso a un precio más económico, a favor de fomentar la adopción responsable", comentan desde la asociación. "Se entrega el animal con cartilla, alta de chip, analítica general, vacunas al día, castración o compromiso de ello si es un cachorro, a cargo del adoptante. Después se hace seguimiento, ya que para nosotros siempre serán de la familia APAMS". En la foto nos muestras a Morris, un mix de Pastor alemán con Shar pei de unos diez años "muy juguetón" que adora las pelotas. "Llegó a la perrera muy pequeñito, es desolador que lleve toda su vida aquí", concluyen.
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