El proceso de adopción en Apayma es muy similar al de otras protectoras. "Normalmente nos contactan a través de redes sociales y lo que hacemos es pedirles un vídeo de presentación donde nos hablen de su rutina diaria, para que nos enseñen su casa y nos cuenten un poco si tienen experiencia con perros, qué les ha llevado a adoptar, etc.", explican desde la asociación. Otro perrete que tienen en adopción es Marco, un galgo español de un año que fue un descarte de la caza. "Llegó con algunos compañeros que fueron adoptados, solo queda él", cuentan desde la protectora. "Nació con una pequeña deformidad en el cráneo, lo cual no le impide hacer vida normal, pero ha sido rechazado por este motivo. No obstante, es un galgo muy tranquilo, es dulce y amoroso, lo puedes llevar donde quieras. Además, es apto para vivir con gatos", añaden.
APAYMAComo les ocurre a otras protectoras, a esta asociación le cuesta encontrar familias a los PPP (perros potencialmente peligrosos), ya que "aún hay personas que se muestran recelosas a compartir su vida con dichos animales". "Les dan miedo sus rasgos, tantas noticias sobre 'perros asesinos'... pero nada de esto es cierto, esto solo estigmatiza a una raza maravillosa", explican desde la asociación. Ejemplo de esto es la joven China, un Pitbull que fue cedida por su dueño junto con sus dos hijos. "Fue maltratada, así lo indican las señales de cadenas en su cuello y si timidez", afirma un portavoz de la protectora. "Aunque sea prudente, ella siempre busca la compañía de las personas. Es muy tierna y dulce, además se lleva bien con otros perros".
APAYMAOtros de los animales que más cuesta dar en adopción son aquellos de tamaño grande. "La gente suele tener la creencia errónea de que no se pueden adaptar a vivir en un apartamento, pero como siempre decimos, cada perro es un mundo. Hay casos que sí y casos que no, depende del carácter del animal y el tiempo que dediques a las salidas", expresan desde la protectora. Uno de los grandullones que tienen en el albergue es Zeus, un mestizo de mastín con pastor alemán que llegó junto a toda su familia perruna. "Llegó con una herida en su cara que tardó varios meses en cicatrizar, motivo por el que mucha gente lo rechaza, dicen que les asusta", relatan desde la protectora. "Sin embargo, es un perro de carácter afable y muy tranquilo, sabe pasear bien, aunque se asusta de los ruidos fuertes y no es apto para convivir con gatos".
APAYMALos perros senior son otros de los animales en los que nadie se fija, al igual que aquellos que tienen miedo y "se pasan la vida arrinconados en un chenil porque no confían en nadie debido a sus traumas", expresan desde la asociación. "Esos, por desgracia, suelen quedarse con nosotros hasta el final", añaden. Por eso es tan importante la labor que realizan los voluntarios, así como la recogida de alimentos, donaciones o participación en mercadillos benéficos. "En Navidad solemos montar un mercadillo con objetos de segunda mano y nos sacamos un dinerillo para sufragar los gastos veterinarios, de alimentos, limpieza, etc.", cuenta la portavoz de la asociación. Así mantienen a perretes como Aron, uno de los hijos de China, hasta que encuentre un hogar. "Estamos consiguiendo que poco a poco tolere la presencia de otros perros, pero va a necesitar muchísima ayuda", afirman. "Con las personas es encantador, cariñoso y muy activo.
APAYMASi las entrevistas para las adopciones van bien, "les pedimos que firmen un contrato de adopción en el que consta que se comprometen a proporcionar al animal unos cuidados mínimos y si algún improvisto ocurre, no podrá cederlo a terceros, si no que debe volver a nosotros", expresa la portavoz de la asociación. Otro de los perretes que todavía están buscando esa nueva familia es Mora, otra de las hijas de China y que, al igual que su hermano y su madre, necesita tratar su tolerancia hacia otros perros. "Es muy enérgica, sociable y cariñosa con las personas", aseguran desde la protectora.
APAYMALa asociación cuenta con un albergue para perros, que son los animales que principalmente gestionan, sin embargo, no pueden negarse a auxiliar a otros animales que lo necesiten. "Gatos también rescatamos, aunque nuestros recursos son limitados, ya que dependemos de las casas de acogidas para ellos", expresan desde la asociación. De ahí que la gran mayoría de inquilinos en Apayma sean perros. Tara es una de ellos. "Debido a su carácter y tamaño no hemos tenido ninguna petición para ella, lleva un año ya con nosotros", lamentan. "Su dueño la tenía en un vallado y nunca se relacionó con ningún perro hasta que nos hicimos cargo de ella". Por este motivo, esta perra de cuatro años busca una familia comprometida, sin más animales en casa que quiera compartir su vida con esta juguetona mestiza de mastín.
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