Gonzalo Higuaín volvió a Madrid el lunes, justo a tiempo para ver cómo su club sufría en Getafe para derrotar por 2-3 al equipo de Míchel. De los tres goles, dos fueron de Ronaldo y uno de Ozil, de modo que Benzema, el único delantero centro en ausencia del argentino, volvió a quedarse sin marcar.

La actuación del francés no convenció a Mourinho, quien le retiró del campo cuando los blancos ganaban por 1-3 dando entrada a Kaká, que volvía a una convocatoria seis meses después de su último partido con el Real Madrid.

Todo parece indicar que Higuaín tendrá que pasar de forma casi inminente por el quirófano para tratar sus problemas de espalda, algo que, según los cálculos de Mourinho, le obligaría a prescindir del Pipita seis meses.

Pese a la más que presumible baja de larga duración del argentino, el club no tiene previsto fichar ningún otro delantero, de modo que el técnico portugués tendrá que buscar fórmulas alternativas para la delantera o, como él mismo dice, tendrá que "cazar con gato" (sin un delantero puro), porque no cree que Benzema esté en condiciones de jugar todos los encuentros que restan esta temporada.

Es la opción más lógica, la que ha venido utilizando Mourinho desde que se lesionó Higuaín.

Ronaldo y Di María se mantienen en las bandas, igual que Ozil en la mediapunta, mientras que Kaká seguiría sin entrar en el once inicial, algo comprensible teniendo en cuenta que el técnico luso le ve aún muy lejos de su estado de forma idóneo.

El francés actúa de ariete, pero dada su dificultad para marcar (sus dos grandes actuaciones, ante el Auxerre en Champions y el Levante en Copa del Rey, fueron en dos partidos que el Madrid ganó sin demasiados problemas) y que Mourinho optó por sustituirle a él en lugar de a Ozil para dar entrada a Kaká, no parece probable que esta fórmula se mantenga hasta el final de la temporada.

Mourinho seguiría jugando con un nueve puro, aunque sea procedente del Castilla. Morata gusta a la afición madridista porque procede de la cantera, pero parece improbable que Mourinho vaya a confiar en un canterano que no ha disputado ni un partido oficial completo con el primer equipo.

De hecho, ante el Getafe el único canterano que estuvo en el banquillo fue Pacheco; y Morata, que jugó en Copa ante el Levante diez minutos escasos, volvió a la convocatoria del filial.

En contra de Morata juegan sus dos ocasiones falladas en la Copa, aunque una de ellas terminó siendo gol de Pedro León, y que Mourinho insinuó a principio de temporada que los jugadores del filial no tenían la calidad suficiente como para jugar en el primer equipo.

El técnico luso dijo que la lesión de Higuaín le obliga a construir un nuevo Madrid y ese equipo renovado debe jugar, forzosamente, muchos partidos sin un delantero centro nato.

Su primer experimento para "cazar con gato" lo ha hecho con el Getafe con Ronaldo en la punta, una posición que ya probó en el Manchester United pero que no termina de convencer a Mourinho, quien insiste en que su compatriota no es delantero, sino extremo.

Con este dibujo Kaká volvería a la alineación en la banda izquierda, un puesto que también podría ocupar Pedro León o Canales, esta última una opción más que dudosa. De lo contrario, tendría que jugar con trivote (Xabi Alonso, Khedira o Granero y Lass o Diarra), una opción también difícil puesto que Mourinho apenas ha variado su dibujo táctico en lo que va de temporada.

La vuelta del brasileño abre una nueva opción al abanico posibilidades de Mourinho. En el Milan Kaká jugaba de segundo delantero, más cerca del área de lo que lo ha hecho hasta ahora en el Real Madrid.

Además, no sería la primera vez que un mediapunta blanco se sitúa en la delantera. En la temporada 2000/2001, con Vicente del Bosque en el banquillo y Fernando Morientes (delantero titular entonces) lesionado, el ahora seleccionador nacional probó con Guti de delantero centro, y el talentoso centrocampista del Besiktas anotó 14 goles aquel año.

Esta posición exigiría menos esfuerzo físico a Kaká y se adaptaría mejor a su reincorporación al equipo tras la lesión.