Las comunidades autónomas de Asturias, Cantabria y Castilla-La Mancha fueron las que sufrieron mayor siniestralidad del colectivo de autónomos a lo largo de 2013, según datos de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).

Asturias, con un índice de incidencia de 3.000,11; Cantabria, con un índice de 2.689,09 (entre los 9.185 autónomos cántabros que tenían cubiertas las contingencias de trabajo, se produjeron 247 accidentes) y Castilla La Mancha, con 2.511,7.

En el otro extremo, las comunidades en las que se dio una menor siniestralidad en 2013, teniendo en cuenta el número de accidentes y el total de autónomos, fueron Madrid, Murcia e Islas Canarias.

En el conjunto del país, un total 12.876 de estos trabajadores sufrieron un accidente de trabajo a lo largo de 2013, de los que 15 resultaron mortales, un 2,2% menos que en 2012, cuando se accidentaron 13.171 trabajadores.

De ellos, 12.525 accidentes fueron leves, 316 graves, 20 muy graves y 15 mortales. En términos absolutos, las comunidades autónomas que registraron mayor accidentalidad fueron Andalucía (2.641 personas), Cataluña (1.307), Galicia (1.275) y Madrid (1.187). En el extremo opuesto, se sitúan Ceuta (3 personas), Melilla (4), La Rioja (133) y Navarra (209).

Los 15 accidentes mortales se registraron en Andalucía (tres), Madrid (tres), Galicia (dos) y el resto, con un siniestrado en cada una, en Aragón, Asturias, País Vasco, Murcia, La Rioja, Cataluña y Castilla y León. Por sectores, las construcción y la agricultura concentraron seis de cada diez accidentes mortales, con cinco y cuatro víctimas mortales, respectivamente, a lo largo de 2013.