Mestalla necesita una noche épica para que el Valencia alcance la semifinal de la Europa League en un partido ante el Basilea, en el que deberá remontar el 3-0 que sufrió en Suiza hace una semana.

Hasta en treinta ocasiones ha ganado el Valencia como local por ese marcador en Mestalla, pero nunca en encuentros en los que lo necesitaba para superar esta eliminatoria, tal y como ocurre ahora en un momento en el que al conjunto de Juan Antonio Pizzi le hace falta recuperar la autoestima con un gran resultado en Europa.

La plantilla del Valencia se ha conjurado para tratar de dar la vuelta a una eliminatoria y el centrocampista Dani Parejo ha hecho un llamamiento a la afición valencianista para conseguir una remontada que dé prestigio al club en Europa.

Esta competición se ha convertido en la última opción del Valencia para volver a Europa en la próxima temporada, ya que las expectativas a través de la Liga son mínimas.

Pizzi saldrá con un once muy ofensivo para tratar de inquietar al Basilea, aunque deberá improvisar de nuevo en el centro de la defensa, ya que los centrales Senderos, Víctor Ruiz continúan convalecientes de sus respectivas lesiones y Rubén Vezo no está inscrito en Europa.

La única buena noticia es la vuelta de Jeremy Mathieu, que se perdió el duelo ante el Valladolid por sanción, así como la entrada en la convocatoria del capitán Ricardo Costa, tras más de un mes lesionado, aunque no es probable que entre en el equipo inicial.

Por su parte, el Sevilla recibe al Oporto en el duelo decisivo para acceder a las semifinales, en el que los sevillistas apelarán a la "magia" del Ramón Sánchez Pizjuán para remontar la eliminatoria, mientras que los portugueses intentarán hacer valer la ventaja de 1-0 lograda en la ida.

Es el choque más trascendental, por el momento, de la temporada para dos equipos que han ganado dos veces la antes llamada Copa de la UEFA (2006 y 2007 el Sevilla, y 2003 y 2011 el Oporto), por lo que pondrán la máxima intensidad y desplegarán todo su potencial en esta vuelta de los cuartos de final que se prevé llena de emoción.

El equipo español sabe que el Oporto lleva ventaja, aunque sea mínima y salvable, y que tiene mucha más experiencia europea, pero el equipo y el sevillismo afrontan esta cita como una oportunidad histórica de revivir antiguas hazañas en su competición "talismán".

El respeto es total a un rival histórico que ya exhibió en la ida su calidad y físico, pero el Sevilla y su afición se han conjurado para recuperar el espíritu de históricas remontadas y que el Pizjuán sea una "olla a presión" para darle la vuelta a la eliminatoria.

Aun conscientes de la gran dificultad de este reto, en el Sevilla sólo se habla de remontada, como las logradas en Europa tras otros 1-0 adversos, ante el Panathinaikos griego en 2005, el Lille francés en 2006 y Osasuna en 2007, todas por 2-0, u otra histórica más lejana, cuando en 1982 remontó un 2-0 ante el Paok Salónica (4-0).