La Guardia Civil de Toledo ha detenido este martes en Talavera de la Reina a dos personas como presuntos autores de las agresiones y amenazas que se produjeron la semana pasada en los altercados ocurridos en la localidad toledana de Alcaudete de la Jara entre los vecinos y un grupo de personas que han ocupado unas viviendas situadas en la urbanización 'Puerta de la Jara' del municipio.

Según ha informado la Delegación del Gobierno en nota de prensa, los hechos ocurrieron el pasado día 7 de agosto cuando la Guardia Civil fue avisada de una alteración del orden público en el municipio, y al llegar observaron a un grupo numeroso de vecinos alterados y dando voces.

Al preguntar por el motivo los vecinos explicaron que dos jóvenes habían agredido a dos ancianos en la calle y se habían dado a la fuga. Estos jóvenes, al parecer, al poco tiempo habrían regresado esgrimiendo dos cuchillos y amenazado de muerte a los vecinos que se habían congregado. Ante la llegada de más vecinos, los presuntos agresores se marcharon a casa de uno de ellos donde continuaron con las amenazas desde la ventana.

En las inmediaciones del domicilio se habían congregado más de 300 vecinos por lo que tuvo que intervenir la Guardia Civil para mantener el orden y tranquilizar la situación. Con los datos obtenidos en la investigación, en la mañana de este martes, la Guardia Civil ha detenido en Talavera de la Reina a J.I.V. y M.I.J. como presuntos autores de delitos de agresión y de amenazas con arma blanca.

ANTECEDENTES

Varios vecinos de Alcaudete de la Jara decidieron crear una plataforma ciudadana en contra de las agresiones, amenazas y robos que sufren, desde hace un par de meses, por parte de un grupo de personas que han ocupado estas viviendas.

Según indicó a Europa Press el alcalde, José Antonio Farelo, tras una discusión de tráfico entre un vecino del pueblo y su madre con uno de los ocupas, "con más de cien antecedentes penales", los vecinos decidieron constituirse en plataforma.

El ocupa, supuestamente, agredió a estas dos personas, que fueron socorridas por otros vecinos, actuación que provocó que el presunto agresor huyera a las casas que actualmente ocupa junto a otros individuos.

Tras suceder este episodio, unos 300 vecinos se dirigieron a las casas ocupadas, en cuyas inmediaciones estuvieron hasta las dos de la madrugada, decisión que obligó a cuatro patrullas de la Guardia Civil a desplazarse al lugar para evitar que se produjeran enfrentamientos.