Medio centenar de personas se concentran ante la Xunta contra el cierre de 18 comedores escolares de Lugo y Ourense

Más de medio de centenar de personas se concentraron hoy ante la sede de la Consellería de Educación e Ordenación Universitaria en protesta por el cierre de 18 comedores escolares en las provincias de Lugo y Ourense que, según el sindicato CIG, afecta a 70 puestos de trabajo y a 300 alumnos.

Tras una pancarta en la que se leía 'Negociación e non imposición', el secretario nacional de la CIG-Autonómica, Fernando García, incidió en que, además de ser "una cuestión laboral" en la que la Administración "amortiza puestos de trabajo" de cocineros, cocineros auxiliares y limpiadores, el cierre de comedores "afecta a toda la comunidad escolar".

En concreto, explicó que el recorte, "principalmente, afecta a las zonas del rural" donde los servicios "ya son deficitarios". "Esto es la gota que colma el vaso", afirmó, para denunciar que estas medidas generan "ciudadanos de segunda".

En esta línea, la secretaria xeral de Ensino de CC.OO., Machús Fernández, advirtió de que se trata del comienzo de un "desmantelamiento de los comedores" como servicio público, que ve "un ataque grave".

"Esa es la austeridad que pregona Feijóo", aseveró el representante de la CIG, además de señalar que los ratios establecidos para la dotación del servicio —30 alumnos— "no se ajustan a la realidad social" del rural gallego. De este modo, consideró que esta situación "puede desembocar en que los niños se tengan que desplazar 9 o 10 kilómetros" para comer, o que el servicio quede "privatizado".

Por su parte, Fernández exigió que se estudie la situación de un modo "muy concreto" para buscar una salida que "no perjudique la atención del alumnado y que preserve el derecho de los trabajadores que están afectados". "La educación no puede ser nunca considerada un gasto", concluyó.

Entre las medidas previstas, los representantes sindicales mantendrán una serie de reuniones con las ANPAs y representantes políticos y sociales de los colegios afectados. Según la CIG, se ven afectados los centros de las localidades ourensanas de Baltar, Beariz, O Bolo, Calvos de Randín, Xunqueira de Espadañedo, Manzaneda, San Mamede de Montederramo, Medeiros de Monterrey y Muíños; así como de las lucenses de Cervantes, Muras, Negreira de Muñiz, Ourol, Pedrafita do Cebreiro, Ribas de Sil, Ribeira de Piquín y Vilalba, que cuentan con centros cuyos comedores, con una media de 25 alumnos, solo tienen un trabajador.

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