La organización agraria APAG Extremadura Asaja prevé para la presente campaña de la vendimia una producción de 2,6 millones de hectolitros de vinos y mostos y unos 380 millones de kilogramos de uva, aproximadamente un 20% menos que una campaña habitual sin incidencias climatológicas, como sí ocurrió el año pasado, el 2012, marcado por una "pertinaz sequía" que repercutió "muy negativamente" en la producción.

El presidente de esta organización, Manuel Laparra, ha subrayado que las perspectivas de calidad de la uva son "máximas", ya que el fruto este año es "excelente, con una alta graduación alcohólica para la elaboración de los caldos".

Como es habitual, se comenzará vendimiando las variedades más tempranas como la Chardonnay y la Macabeo, y posteriormente se abordará la variedad de uva tinta (Tempranillo -la de mayor volumen en Tierra de Barros-) y las de uva blanca autóctonas, como Pardina y Cayetana, según ha informado APAG Extremadura Asaja en nota de prensa.

En cualquier caso, y en cuanto al nivel de producción, las bajas temperaturas de la primavera sumadas a la "profunda sequía" de la campaña anterior han provocado este descenso de aproximadamente 20% en la cantidad con respecto, por ejemplo, al año 2011, donde la campaña transcurrió sin mayores incidencias.

Por eso, precisamente, se tenía previsto que esta campaña comenzaran las labores con un poco de retraso, alrededor de dos semanas, pero las altas temperaturas de las últimas semanas han precipitado ya estos días el comienzo de los trabajos.

"Debido a la estabilidad que actualmente se encuentra el mercado y a que las bodegas no cuentan con existencias debido a la mala cosecha del año anterior, se prevé además unos precios adecuados a la realidad y con buenas perspectivas, similares a los de la campaña anterior", ha indicado la organización profesional agraria.

Además, Laparra ha recordado la "particularidad" del sector vitivinícola extremeño, donde la mayor parte de la uva producida se entrega en cooperativas (alrededor del 60%) y el resto (sobre el 40%) en bodegas particulares. De los aproximadamente 380 millones de kilos de uva y los 2,6 millones de hectolitros, que se estiman que se producirán, aproximadamente un 60% se dedicará a vino blanco y un 40% al tinto.