Thäis sonríe, una y otra vez, desde su atalaya. Y suspira, y jadea tras el ejercicio, y piensa dónde se habrán metido sus padres , a los que ha enseñado el hábil arte del regateo para que se manejen en el mercado de la seda: "Les he pedido un bolso y un reloj chulos".

Ella no ha tenido tiempo apenas para hacer turismo por Pekín durante los Juegos Olímpicos, y tampoco es que le quede mucho para estar con sus padres. Ni aquí ni allí. Thaïs Henríquez vive en Barcelona, lejos de ellos y de las papas arrugás con mojo que devora en cuando pasa por Las Palmas, "el mejor lugar del mundo". Su acento aún le delata.

Acaba de salir del agua, pies doloridos y ojos vidriosos. "Es que hay que tenerlos siempre abiertos y la piscina tiene cloro. Además, hemos estado entrenando muchos días y no veas cómo te pican al final". Ella y todas sus amigas, equipo español de natación sincronizada, han terminado segundas el ejercicio de rutina técnica. Por delante, claro, las rusas. "Vaya tías, han clavado su ejercicio, a ver si mañana en la artística las cogemos". Será difícil que la profecía de Thaïs se cumpla, pero la medalla casi denla por asegurada, aunque China y Japón aprieten por detrás. Sería la segunda de la sincro, tras el éxito de Gemma Mengual y Andrea Fuentes en dúo . Dos pruebas, dos medallas, éxito absoluto.

De las nueve componentes del equipo, Thaïs sobresale con su metro y ochenta y cinco centímetros. Su tamaño le concede una posición subacuática en el momento del salto o la pirueta: "Yo soy una chica base. Me toca estar debajo del todo aguantando". ¿Y aguanta? "Puedo estar tres minutos debajo del agua sin hacer nada".

Cuando deje Pekín, "ojalá con una medallita al cuello", Thaïs regresará a Barcelona, retomando un ritmo de vida agotador: se entrena ocho horas y cursa 4º de INEF y 2º de Derecho, sacando todas las asignaturas. "No soy una empollona, pero cuando me propongo algo...". Se levanta cuando la luna aún está en lo alto y se acuesta cuando vuelve a anochecer. "Me gusta la vida que llevo. Creo que he perdido cosas, como más tiempo con la familia, pero este era mi sueño y se ha hecho realidad, bueno, espero que mañana sea así".