El parlamentario de Ezker Batua-Berdeak, Mikel Arana, ha registrado una proposición no de ley en la Cámara vasca en la que pide la constitución de una ponencia que elabore un código ético, "de obligado cumplimiento" por parte de los diputados vascos y sus partidos, con el fin de "higienizar" la vida política y "poner freno a la corrupción".

En su iniciativa, Arana destaca el hecho de que, en los últimos tiempos, se está produciendo en Bizkaia, Gipuzkoa y Álava "una serie de hechos relacionados con presuntos casos de corrupción, de malversación de caudales públicos y de supuesta estafa", en los que se están viendo implicados cargos públicos y representantes políticos.

Esta situación, lamenta, genera "desconfianza, desencanto y también recelo" por parte de la ciudadanía vasca hacia los poderes públicos, las formaciones políticas y sus dirigentes.

El dirigente de EB insiste en que los representantes institucionales tienen "el deber" de ser y también parecer "honrados, íntegros y dignos en el puesto que desempeñamos y para el que hemos sido elegidos mediante el refrendo popular".

En este contexto, considera "necesario" que el Parlamento vasco "se comprometa con una serie de medidas que contribuyan a reforzar la credibilidad de nuestras instituciones, recuperar la confianza de la ciudadanía en la política y, sobre todo, garantizar la transparencia y la responsabilidad en la gestión pública".

"Se trata de alcanzar un gran pacto anticorrupción con un código ético en el que también se fijen las medidas legislativas e iniciativas políticas a adoptar para atajar actitudes deshonestas", reclama en su iniciativa.