Ibarra aboga por decidir primero "qué quiere ser el PSOE" y luego elegir a quien "encarne mejor" ese proyecto

El expresidente de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra ha abogado porque en el proceso de sucesión de Zapatero en el PSOE se decida primero "qué quiere ser" el partido y luego elegir a la persona que "encarne mejor" ese proyecto.
Juan Carlos Rodríguez Ibarra
Juan Carlos Rodríguez Ibarra
EUROPA PRESS
Juan Carlos Rodríguez Ibarra

Durante su intervención en el programa 'Asuntos Propios' de RNE, recogida por Europa Press, Rodríguez Ibarra ha considerado que el PSOE debería hacer primero "un programa que responda a unas cuantas preguntas", como por ejemplo "qué significa hoy ser un partido en el seno de la sociedad del siglo XXI, que no se parece en nada a la del siglo XX".

"Cuando digamos 'éste es nuestro proyecto' entonces habría que elegir a alguien que lo encarnara bien; imagínate ser una orquesta de música clásica, a nadie se le ocurriría elegir un director de teatro", ha expuesto el exsecretario general del PSOE extremeño.

Reproches a zapatero

Ibarra también ha recriminado a quienes piden "regeneración" del partido, dado que eso supone "orillar" a los de la "vieja guardia", entre la cual se incluye él mismo.

En este punto, el expresidente extremeño ha ironizado señalando que Zapatero amplió la jubilación a los 67 años porque consideraba que a esa edad "se puede estar en activo, excepto en el Partido Socialista", donde a partir de los "50 ó 55 añoñs ya eres viejo".

Ibarra ha subrayado, en alusión a Rodríguez Zapatero, que hay que ser "consecuente", tras lo cual ha sentenciado: "Si el presidente del Gobierno dice que se puede trabajar hasta los 67 años, no sé por qué en el PSOE se habla de regeneración".

El exdirigente extremeño ha señalado también que durante la etapa de Felipe González y Alfonso Guerra en el PSOE se cometió el "error" de caer en un "hiperliderazgo" representado por ambas personalidades, pero que sin embargo quedaba compensando porque se trataba de un liderazgo de tipo "carismático" en el que también se permitía un "debate intenso" en el seno del partido.

Sin embargo, a partir de 2000, fecha en la que Zapatero sale elegido como secretario general del partido, el partido sigue bajo un "hiperliderazgo, pero multiplicado por unos cuantos números", además de que "ya no es carismático" ni tampoco existe el debate interno.

"Un hiperliderazgo de alguien que no tiene carisma es condenarnos al silencio, porque todo el mundo se calla para no intentar romper al líder", ha apostillado.

Ibarra ha apuntado también que ya no habrá liderazgo "carismático" en el PSOE "en un futuro inmediato", debido a "los nombres que se están barajando" y porque "la historia ofrece cada siglo una persona" dotada de tal carisma.

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