El Centro de Interpretación de la Agricultura y el Regadío de la Alfranca (CIAR) continúa con su oferta de talleres para los fines de semana de mayo y junio. Entre las novedades que ha introducido el CIAR en su programación para los próximos dos meses, es la incorporación de un taller de Quilling (o filigranas) y otro de Palo de lluvia, que es un instrumento originario de América del sur y que reproduce el sonido de la lluvia o del agua.

Los talleres están dirigidos a niños de entre 4 y 12 años y con ellos se pretenden que conozcan el sector de la agricultura y los productos aragoneses, así como diferentes formas de cocinarlos.

Las actividades tendrán lugar los domingos entre las 11.00 y las 12.30 horas o de las 17.00 a las 18.30 horas. El domingo 8 de mayo, el CIAR estrenará el taller de Quilling, en el que los niños podrán aprender a hacer tarjetas de felicitación con tiras de papel de colores. El resultado de las figuras es muy decorativo y permite elaborar objetos muy variados.

El 15 de mayo, aprenderán a hacer muñecos de lana. El 22 de mayo, en el taller de huerto, aprenderán a cultivar sus propios alimentos. El 5 de junio, el Palo de Lluvia será el protagonista de la actividad.

Se trata de un instrumento muy fácil de elaborar y que permitirá a los niños divertirse construyéndolo y jugando con él. La arqueología centrará el taller del 12 de junio y el huerto, el del domingo 19 de junio. En el taller del 26 de junio, aprenderán a hacer diferentes figuras de papel en el taller de papiroflexia.

El CIAR, que gestiona la empresa pública Sirasa, tiene una clara orientación hacia los escolares y los estudiantes de especialidades agrarias y una vocación de servir de referente en la educación agroambiental y la puesta en conocimiento de los valores naturales y tecnológicos del mundo rural, con especial atención a la agricultura, la modernización del regadío y el correcto uso del agua.

Asimismo, trata de resaltar la importancia de la agricultura a nivel social y económico; mostrar la tradición y la historia de la agricultura de regadío; resaltar la singularidad de los sistemas de riego en Aragón; y mostrar la contribución de la maquinaria agrícola a la mejora de la calidad de vida de los agricultores.