La Real Fundación de Toledo ha creado un grupo de trabajo para determinar el futuro de Vega Baja, para emprender y estudiar el "camino del futuro de la Vega Baja libre de condicionantes, sin asumir posiciones ni disposiciones previas y sin otro fin que el interés general de la ciudad y de sus ciudadanos".

En nota de prensa, la Real Fundación ha recordado que la Vega Baja es "asignatura pendiente" pues a pesar de que hace seis años que se paralizó su urbanización, la situación sigue siendo de "elevado riesgo de destrucción".

Alertan de que en el Plan de Ordenación Municipal este espacio sigue teniendo la misma densidad de edificación que antes de la paralización, "lo cual quiere decir que legalmente podrían construirse las 1.300 viviendas o que el Ministerio de Defensa vende parcelas en el Poblado Obrero para construir nuevas viviendas".

Si bien admite que se han ejecutado obras y aprobado planes de urbanización que han afectado de manera "irreversible" a la integridad espacial y al yacimiento arqueológico, la Real Fundación de Toledo cree que "poco o nada" se ha avanzado en la planificación de esta zona acorde con sus valores históricos, paisajísticos y urbanos y en el conocimiento científico.

Falta de proyecto

Preocupada por ver "el abandono y la falta de proyecto de futuro por parte de las administraciones públicas responsables", esta institución pide trabajar con la totalidad del territorio que conforma la unidad histórica Vega Baja.

Asimismo, siguen reclamando una protección legal también integral, de manera que la Vega Baja se integre jurídicamente en el Conjunto Histórico-artístico de Toledo declarado en 1940.

Como ninguno de estos requerimientos se han cumplido, la Real Fundación de Toledo dice haber tomado la decisión de volver al punto de partida y constituir un grupo de trabajo, profesionales especializados en los variados aspectos que abarca la planificación de un espacio como este.

A este grupo, integrado por miembros de la Fundación como Manuel de las Casas, Santiago Palomero, Jesús Carrobles, Sagrario Rodríguez y Paloma Acuña, además de Juan Mera Director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de CLM, los arqueólogos Jorge Morín y Juan Manuel Rojas y la documentalista Esperanza de Coig-O'Donnell, se irán sumando otros expertos en función del desarrollo del proyecto.

Pedir documentación

Este grupo ya ha adoptado medidas como solicitar a la Consejería de Educación y Cultura y a Toletum Visigodo el acceso a la documentación y acudir a foros científicos donde se puedan dar a conocer, contrastar y debatir los datos y problemas que plantea la Vega Baja con el rigor científico "del que hasta ahora han carecido".

De igual modo trabajará para transmitir a los ciudadanos el "valor, el significado y el potencial" de la Vega Baja, de manera que de "una vez por todas desaparezcan las dudas y resquemores que se detectan en la opinión pública, tan lógicos por otra parte dada la situación actual y el proceso que hasta ahora hemos vivido".