El fotógrafo Moreno Chinchilla muestra la naturaleza en estado puro en una veintena de instantáneas

Un zorro rojo o cabras montesas en El Torcal de Antequera, un búho real en la carretera de Almogía, una garceta común en la desembocadura del río Guadalhorce, un buitre leonado en el Parque Natural Sierra de Grazalema, un almendro bajo una tormenta, un arado con la última luz del día o un río con la escarcha de las primeras horas de la mañana, "instantes" en definitiva, pueden verse en la veintena de fotografías que sobre naturaleza expone Gerardo Moreno Chinchilla en el hotel Vincci Posada del Patio de Málaga.
'Una de las fotografías de la exposición de Gerardo Moreno Chinchilla'
'Una de las fotografías de la exposición de Gerardo Moreno Chinchilla'
G.M.C
'Una de las fotografías de la exposición de Gerardo Moreno Chinchilla'

Un zorro rojo o cabras montesas en El Torcal de Antequera, un búho real en la carretera de Almogía, una garceta común en la desembocadura del río Guadalhorce, un buitre leonado en el Parque Natural Sierra de Grazalema, un almendro bajo una tormenta, un arado con la última luz del día o un río con la escarcha de las primeras horas de la mañana, "instantes" en definitiva, pueden verse en la veintena de fotografías que sobre naturaleza expone Gerardo Moreno Chinchilla en el hotel Vincci Posada del Patio de Málaga.

'Naturaleza pura' es el título de esta exposición, en la que tienen cabida instantáneas recogidas en diversos espacios naturales. Más de la mitad de estas fotografías están realizadas en la provincia de Málaga, según ha señalado el propio Moreno Chinchilla, que, además, es educador ambiental y presidente de la Asociación de Fotógrafos de Naturaleza de Málaga (Afonama).

En esta muestra, que puede visitarse hasta este próximo martes y que es la segunda de su carrera, después de 'Rusia, hoy en día', hay fotografías hechas el año pasado y también en el actual, en cuya realización "he invertido bastante tiempo", ha afirmado. Precisamente, en la que puede verse un búho real es el producto de tres años de trabajo: "hay que tener mucha paciencia y constancia porque no siempre se consigue la foto que quieres y tienes que volver".

"Cada imagen necesita mucho trabajo previo, estudiar la luz, la zona, pedir los permisos correspondientes, y luego tener que volver al sitio 20 veces hasta que consigues la fotografía que quieres", ha manifestado a Europa Press.

Entiende la naturaleza como "diversidad de luces y colores", por eso sus fotografías recogen "paisajes muy plásticos". Algo que puede apreciarse en las imágenes de animales, como la del zorro rojo, que es su preferida y que es una mezcla de "paciencia y suerte", y también en las que muestran elementos comunes, como un arado o un almendro, pero transmitidos siempre con "una perspectiva artística".

El elemento común de todas sus fotografías, como ha explicado, es que "se trata de momentos difíciles de encontrar, transmiten algo diferente, como puede ser un almendro en una tormenta, por ejemplo". "Son instantes", ha apostillado.

Precisamente, su doble vertiente de fotógrafo y de educador ambiental, marcan su trayectoria profesional. De hecho, desarrolla talleres y cursos que relacionan la fotografía de naturaleza y el medio ambiente y que tienen como escenario parques naturales.

Libro sobre educación ambiental

Con el dinero obtenido de la venta de las fotografías de esta muestra, Moreno Chinchilla quiere contribuir a la financiación de la publicación de un libro que está elaborando sobre educación ambiental y fotos de naturaleza, que pretende ser "un manual didáctico", para lo que espera también contar con la ayuda de las consejerías de Medio Ambiente y de Educación de la Junta de Andalucía.

Hace unos dos años ideó este proyecto, al que está dando forma desde el pasado mes de diciembre. Será un libro "distinto", ha declarado, con el que recogerá todas las especies de animales en extinción y cómo actuar en su beneficio con "pequeños detalles de educación ambiental".

Como ha relatado el propio Moreno Chinchilla, su trayectoria como fotógrafo "viene desde la infancia, cuando me deleitaban todas las artes, la música, el dibujo, la pintura, y apareció en mi vida la fotografía; empecé a usar la cámara que me regaló mi padre haciendo fotos desde los ocho años a casi todo".

Asimismo, ha reconocido que "mi gran pasión es la naturaleza y la fauna salvaje, por lo que no tardó en repercutir en mi fotografía". "Considero la fotografía como una herramienta imprescindible y excepcional en pro de la conservación de la biodiversidad", ha indicado Moreno Chinchilla, quien, a sus 39 años y después de haber sido fotógrafo de moda, viajes y aspectos sociales, ha asegurado que "la fotografía de naturaleza es la que más me enriquece"; de hecho, puede "dedicar horas y horas esperando el momento adecuado para captar la instantánea que persigue".

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