El concejal de Medio Ambiente, Jesús Ruiz Tutor, ha calculado este viernes que el Ayuntamiento limpia cada mes unos 20.000 chicles del suelo de las calles de Logroño, lo que supone un coste para las arcas municipales superior a los 5.000 euros.

Ruiz Tutor ha presentado esta mañana una nueva campaña de concienciación que, bajo el lema '¡No tires chicles al suelo!', pretende acabar con esta práctica "que no nos supone nada, pero que está muy extendida y crea un trabajo y unos costes que no son normales".

El concejal ha señalado que un operario puede limpiar unos 1.000 chicles al día "en el mejor de los casos", puesto que eliminar uno de estos residuos cuesta "entre 15 y 20 segundos", con una máquina especial, con agua caliente y una solución jabonosa biodegradable.

Ruiz Tutor ha reseñado que "existe otro tipo de maquinaria, pero utilizan tecnologías más abrasivas, que serían peores para el suelo". Con todo, para el edil, "la mejor solución para limpiar es no ensuciar; lo mejor para limpiar los chicles es tirarlos a la papelera".

En este sentido, ha explicado que la campaña "está hecha con recursos propios, para no gastar", por lo que conllevará dos acciones principales: la presencia de anuncios en los 'mupis' y el reparto, por parte de las educadoras medioambientales "de unos papelitos, con el lema de la campaña, para envolver los chicles y tirarlos a la basura".

"Lo más importante casi no es la campaña o la limpieza, sino la concienciación de los vecinos, de que lo más sencillo es no tirar los chicles al suelo. Es que se trata de un residuo que, al final, de muy mala imagen de la ciudad y provoca problemas de deterioro del suelo", ha afirmado.

Hay zonas de la ciudad donde la presencia de los chicles pegados en el pavimento es más visible, "como son las zonas cercanas a las tiendas de chucherías y, en este tiempo, también cerca de las heladerías". Como ejemplo, ha puesto la Gran Vía "donde se pueden encontrar hasta 70 chicles por metro cuadrado".

"Como se dice en la campaña, la gente se tiene que dar cuenta de que comprar un chicle cuesta 5 céntimos, pero eliminarlo de la vía pública nos cuesta a todos los logroñeses 30 céntimos, seis veces más. Hay que concienciarse de que, con el pequeño gesto de tirarlo, se gana mucho para todos", ha concluido.