La campaña de sensibilización 'La bolsa hola vida' ha logrado reducir su uso en Castilla y León en un 50 por ciento desde abril, con 138 millones de bolsas menos, lo que supone, como ha señalado el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, que en el primer semestre de campaña se ha cumplido el objetivo marcado para 2012, cuando se prevé llegar al 60 por ciento.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente ha presentado este lunes la segunda parte de la campaña en la que se intensificará la presencia de la imagen y logotipo de la misma en 65 autobuses de transporte público y marquesinas. Esta fase se implantará en las capitales de provincia, Miranda de Ebro y Ponferrada desde el próximo 20 de septiembre hasta octubre.

En la presentación de la segunda fase de la iniciativa de sensibilización Silván ha destacado que los datos obtenidos hasta ahora son "más que satisfactorios" dado el elevado grado de concienciación con el fin de cumplir la normativa y lograr erradicar el uso de bolsas de plástico en 2018.

La campaña 'La bolsa hola vida' se enmarca en un convenio de colaboración rubricado entre la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) y la Asociación de Supermercados de Castilla y León (Asucyl) con el objetivo de reducir el consumo de bolsas de plástico y de concienciar a la ciudadanía sobre el reciclaje.

Para Silván los datos registrados en el primer semestre de aplicación desvelan un cambio de "mentalidad" y de "hábitos" de consumidores con el fin de hacer una aportación de futuro con el objetivo claro de lograr un "ahorro" medioambiental.

La puesta en marcha de la campaña obedece al cumplimiento al Plan Nacional Integrado de Residuos 2008-2015, que traslada a España las directivas comunitarias en materia de medio ambiente, y que además afecta directamente al cuidado del entorno pues permite reducir considerablemente la emisión de CO2. Se estima que 4 gramos es la cantidad de CO2 imputable a la vida útil de cada bolsa de plástico de un solo uso.

La desaparición de los aproximadamente 13.500 millones de bolsas de plástico que se distribuyen en España anualmente supondría un ahorro de 54.000 toneladas de CO2, que dejarían de emitirse a la atmósfera -2.400 toneladas de CO2, en Castilla y León-.

Por su parte, el presidente de Asedas, Ignacio García, ha destacado la "comprensión" demostrada por la Junta de Castilla y León al colaborar con los agentes afectados para avanzar de forma conjunta en la desaparición del uso de bolsas y, por último, ha destacado los "esfuerzos" realizados por la empresas para lograr mantener costes y ser además "más sostenibles".