Los médicos forenses que practicaron la autopsia a Marta Villayandre, la joyera leonesa asesinada en enero de 2011, han declarado este martes en la vista oral confirmando que su fallecimiento se produjo debido a la unión de tres mecanismos de muerte: estrangulación interbraqueal, la oclusión de un cuerpo extraño (unas bragas) introducido "con violencia" en su boca, y por la existencia de "claros signos" de que con una mano se taponó los orificios respiratorios de boca y nariz.

Tres causas que se produjeron en un periodo muy corto de tiempo y de manera "casi seguida", lo que impide precisar la hora y establecer la secuencia de las lesiones. Además, los forenses han apuntado que "es muy complicado" que una sola persona pudiera haber llevado a cabo los tres mecanismos, teniendo en cuenta la "fuerza" con la que se produjeron.

El informe de la autopsia recoge 27 marcas en el cuerpo de la joyera, provocadas por contusiones vital-perimortal, es decir, que fueron producidas en vida sin ser mortales pero sí fueron muy cercanas al momento del fallecimiento. Tan sólo la fractura del tabique nasal fue después de la muerte.

Por último, los forenses han puntualizado que las lesiones localizadas en las extremidades superiores y en las manos eran "muy escasas y superficiales" para indicar signos de defensa, así como el hecho de no tener ninguna uña rota. Por lo que estas lesiones parecen confirmar la postura de sujección (boca abajo) que explicó este lunes uno de los acusados.

Además, han señalado que no se encontraron signos de agarre en las piernas, lo que podría desmontar el versión de C.E.M.R, quien ha declarado que él se limitó a ayudar a O.T.R. en el robo de Marta Villayandre, inmovilizándola los pies para evitar el "alboroto" de su resistencia.