Una mujer de 79 años ha sido evacuada al hospital comarcal de Laredo por inhalación de humo tras incendiarse el piso en el que vivía. El fuego, que también ha obligado a desalojar a un matrimonio vecino, se originó a primera hora de la mañana en el dormitorio. Fue provocado por una vela que la víctima encendía por una hija que falleció hace poco, han informado fuentes del Gobierno cántabro a Europa Press.

El fuego, en cuya extinción ha colaborado bomberos del Parque de Emergencias 112 de la villa pejina, se ha registrado en una vivienda del número 1 de la calle Ruamayor, en la Puebla Vieja. La parte más afectada por las llamas ha sido la habitación en la que se originó el incendio.

Además, el humo ha obligado a evacuar al hospital a la mujer —que también sufrió un ataque de nervios— y a desalojar además a un matrimonio de ingleses que vivía en el piso de enfrente.

Según ha destacado el Ayuntamiento en una nota, la rápida actuación de la Policía Local y los bomberos evitó que el incendio causara más daños. En el operativo, que fue supervisado por el propio alcalde, Ángel Vega, también han participado agentes de la Guardia Civil y una ambulancia del 061.

El Consistorio ha explicado que el 112 recibió en torno a las nueve de la mañana una llamada que alertaba de la existencia de fuego en un domicilio de la Puebla Vieja. Por error, indicaron que se ubicaba en la calle Menéndez Pelayo, en el número 2.

De forma inmediata, se activó un operativo de emergencias. Dos agentes de la Policía Local detectaron que el fuego procedía del número 1 de la calle Ruamayor, junto a las escaleras que dan acceso a la plaza de la Constitución, donde se ubica el antiguo Ayuntamiento.

Tras poner a salvo a la única residente en la vivienda afectada, los efectivos volvieron a entrar 'a gatas' al inmueble y trataron de sofocar el incendio con un extintor.

Finalmente, lograron apagar las llamas con ayuda de una manguera de un vehículo de limpieza que estaba operando en la zona, justo cuando dos camiones de bomberos llegaban al lugar. Con la autoescala, estos efectivos consiguieron tranquilizar a algunos vecinos del inmueble asomados en los balcones superiores.

Además, los bomberos apagaron los últimos rescoldos y enfriaron las paredes del edificio. También ayudaron a disipar la densa humareda generada.

Posteriormente, esta céntrica zona de la villa pejina recuperó la normalidad, quedándose el incidente en "un gran susto", ha subrayado el Consistorio.