El joven ucraniano de 23 años, V. Z, acusado de asesinar a J.M.B.M, propietario de una conocida tortillería del centro de Jerez de la Frontera (Cádiz), en agosto de 2007, ha asegurado ante el juez y el jurado popular que no recuerda nada de lo ocurrido porque la noche de los hechos "estaba borracho" y había consumido "cocaína".

En la primera vista del juicio, el imputado que vivía en España "de forma ilegal" declaró como acusado de un delito de asesinato, hurto y hurto de uso y aseguró haber sufrido una pérdida de memoria después de que la víctima, de 44 años, "le agarrara fuertemente por el brazo y se asustara".

Según relató, los hechos se produjeron de madrugada, cuando ambos regresaban a la casa del fallecido donde el presunto autor se alojaba desde hacía menos de 15 días cuando, durante el transcurso de una fiesta, la víctima le ofreció venirse a vivir de Brenes (Sevilla) a su casa de Jerez "hasta que encontrara un trabajo".

Hasta el día de los hechos, el joven, que empezó a trabajar pintando una casa de campo de los padres del propietario, señaló que "no tuvo ningún problema" con el fallecido, del que dijo que "le llevó al Hospital cuando tuvo una otitis y le dio de comer cuando se le acabó el dinero".

Tras una tarde de fiesta

La noche de los hechos, tras "estar de fiesta toda la tarde", el acusado fue a buscar al dueño del bar al establecimiento y se marcharon juntos en el coche de la víctima a su casa. Una vez allí, según el joven, cuando se dispuso a cambiarse de ropa en la única habitación que tenía la vivienda "porque había quedado con su novia", J.M.B.M, entró y, "acariciándole", le preguntó "si quería probar con un hombre".

Tal como aseguró la Fiscalía, mientras que el acusado aseguró ante el juzgado que ambos dormían juntos en la única cama que había en la habitación, hoy en la sala el joven rechazó esta posibilidad, afirmando que dormía en el salón, pese a que la cama de la víctima fue encontrada "con manchas de sangre".

En ese momento, el acusado le dijo que "no le gustaban los chicos" y, según su testimonio, fue entonces cuando la víctima "le agarró del brazo" y se asustó al pensarse que "iba a abusar sexualmente de mí" y "no me dejaba tranquilo".Tal y como agregó su letrado, su "estado de nerviosismo y ofuscación" le llevó a "no recordar nada" desde ese momento hasta que encontró el cuerpo de la víctima en la cocina de la vivienda. Aunque