Esta prueba de riesgo, recomendada a embarazadas a partir de los 30 años, determina si el feto padece alguna malformación (se realiza una punción en el abdomen para extraer líquido amniótico que es analizado).
Cristina quería estar segura de que su hijo naciera bien. Tenía miedo. En el último año había sufrido otros dos abortos: uno por malformaciones cerebrales del feto (descubiertas tras dos amniocentesis) y otro natural.
La amniocentesis, según el doctor Muñoz del centro clínico El Bosque, se suele realizar entre la semana 16 y 18 de gestación. «El médico no quiso esperar a realizar primero otra prueba de menor riesgo y quiso hacerla a las 14 semanas porque tenía que irse a un congreso –asegura José Manuel–. Además, el ginecólogo realizó una maniobra errónea y tuvo que pinchar dos veces».
Cristina estuvo 10 días ingresada antes de abortar. No puede denunciar ya que firmó una hoja en la que asumía los riesgos de la prueba. Rota de dolor, recomienda que antes de someterse a ella se agoten todas las vías menos peligrosas.
El hospital reconoce que Cristina se practicó allí la amniocentesis, pero ha declinado hacer ninguna valoración sobre el asunto.
Cuéntanos tu caso
Si conoces alguna situación similar escríbenos a nosevendecartas@20minutos.es, por fax: 917 015 661; correo: plaza del Callao, 4, 2.º 28013- Madrid
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios