Nuevas alternativas se abren paso a la hora de elegir el destino turístico con el que relajarnos cuando llega el momento de pillar las tan ansiadas vacaciones. Los destinos exóticos no sólo son una opción elegante de poder disfrutar los días libres alejados del estrés —ese que impide ampliar nuestra vida sexual—, sino también una manera de enriquecernos y aprender culturas en diferentes lugares del mundo.

El exotismo de Oriente nos ofrece un lugar bucólico al que ir acompañado de la pareja, sobre todo en fechas especiales. Ya de por sí este país es erotismo puro, pero no puede ser de otra forma si justo en el centro de su capital nos encontramos con este fálico santuario.

Según la tradición, allí vive el espíritu femenino que concede el don de la fertilidad a cambio de la ofrenda de una figura con forma de pene. El Templo está dedicado a Mae Tupti (Espíritu del Granado). En sus orígenes, las ofrendas se limitaban a jazmines, flores de loto o inciensos.

La novela de Corinne Hofman 'La masai blanca' ya relataba que existe un lugar en África donde las mujeres europeas se quedan prendadas de la mirada de los jóvenes masais. Realidad o ficción, Zanzíbar (que significa 'Costa de los negros') es un lugar con playas paradisíacas donde podemos encontrar numerosas mujeres blancas con parejas autóctonas. Así que, si os dejáis caer por este enclave de la tierra, mucho cuidado con toparse con la mirada de un guerrero masai o con otros atributos de ellos que os dejen prendadas.

Cruzamos el charco y nos vamos hasta México para seguir dándonos un chapuzón en enclaves eróticos. Playa Mamitas se caracteriza por la cantidad de bellas mujeres que desde Europa llegan cada año para dorar sus cuerpos al sol. Se dice que esta playa es un auténtico paraíso para la vista de los hombres de hecho, la caída del sol ofrece imágenes de sexo explícito de parejas que contribuyen a aumentar la temperatura de las cálidas aguas de esta playa.

Esta hermosa ciudad es una de las mecas del cine porno. Hasta ahora, el lugar de referencia sexual del viejo continente se situaba en el 'Barrio Rojo de Amsterdam' en Holanda, pero la llegada de la industria del cine para adultos hasta el este de Europa ha propiciado la apertura de clubes liberales donde el sexo y el erotismo dan rienda suelta a las fantasías más íntimas yendo con tu pareja, amigos o simplemente solo.