Hace apenas unos días publicábamos la notica de un hombre acusado de matar a su mujer después de que esta le realizara una felación. La acusación afirmaba que el hombre había asfixiado a su pareja, mientras la defensa admitía que todo se trataba de un accidente causado por la envergadura de su pene.

El abogado defensor pidió como prueba para exculpar a su cliente una fotografía o maqueta a tamaño natural del miembro de su defendido. La juez del caso no aceptó su propuesta, sin embargo la sentencia falló a su favor a pesar de que el cuerpo de la mujer fuera hallado días después en casa del acusado y en avanzado estado de descomposición.

La Fiscalía no pudo demostrar que Richard Henry Patterson asesinara a su novia de manera voluntaria mientras practicaban sexo oral. La juez, sin embargo, no aceptó que el hombre de 65 años mostrara su órgano sexual, como había solicitado, para demostrar que todo fue un accidente. El hombre ha sido puesto en libertad libre de los cargos que se le imputaban.

Es feliz y no lo esconde. No nos referimos al testículo que ya no tiene, ni a la vergüenza que pudo haber pasado después de que una chica, captada precisamente para el reto a través de la plataforma de vídeo, le propinase tal patada en las pelotas que se quedase desgraciado de por vida.

El mundo youtube, las redes sociales y la viralización de contenidos es una constante en nuestros días que lleva a algunos influencers o personajes mediáticos de Internet a perder la cabeza (y hasta un testículo).

Esto le ha ocurrido al youtuber Will Zeven. El nombre del juego al que se enfrentaba contra una chica era un rollo "beso, verdad o atrevimiento" resumido en "beso o patada en los huevos". Al perder contra la mujer, ella le propinó tal golpe entre las piernas que cayó al suelo derrumbado y con el dolor más grande que había sentido jamás.

Por lo visto la chica a la que se enfrentaba era especialista en artes marciales. El pobre Zeven aguantó unos cuantos días pero al observar que el dolor no cesaba acudió al médico el cuál le diagnosticó "estallido testicular postraumático". El youtuber tuvo que ser intervenido quirúrgicamente para extraer el testículo afectado.

Hoy, ya recuperado, se encuentra orgulloso de su hazaña y admite que volvería hacerlo una segunda vez. Señala que sus genitales siguen normales , que podrá tener hijos y sexo con normalidad pero añade que su vídeo debe servir de ejemplo para que todos los que vayan a practicar este reto tomen las precauciones oportunas: huevera, las manos en el paquete y contar con una chica que no sea especialista en kárate.

A primera vista la fotografía puede parecer un tanto rocambolesca. Un chaval rodeado de actrices porno. La realidad muestra una verdad muy diferente ya que el supuesto "niño" se trata de un hombre con una extraña enfermedad que le impide crecer y tener la apariencia de un adulto.

Nishi sufre una extraña e incurable enfermedad que impide su crecimiento. Con su metro y seis centímetros de altura tiene una apariencia de niño. Su dolencia no le ha impedido convertirse en uno de los actores de cine para adultos más buscados de Japón. En un país en el que el manga es un reclamo para todos aquellos que se sienten atraídos por jovencitas y colegialas no es extraño que un hombre de estas características también llame la atención por sus atributos físicos.

A pesar de que el actor parece un chaval de 10 años, tiene 24 y ha sabido sacar partido de su enfermedad convirtiéndose en su propia marca.

El actor confiesa que se siente genial haciendo porno, sobretodo porque la mayoría de las escenas son en la cama y en posición horizontal de manera que su estatura no supone un problema. El único aspecto en el que está un poco verde a la hora de rodar una escena es en el mantener la erección de forma constante pues admite que estar rodeado de tanta gente le provoca alguna que otra "caída de Roma".

Seguimos mezclando temas. Porno, youtube y sexo. La actriz colombiana Esperanza Gómez se ha convertido en el nuevo fenómeno de Youtube tras subir a la plataforma varios tutoriales sobre sexo y conversar con aquellas personas que puedan tener dudas esta materia.

Según declaraciones a EFE, Gómez "se siente con la potestad de hablar de sexo con propiedad y sin tabús debido a su profesión, además de no cortarse nada a la hora de exponer sus propias experiencias con el sexo". Admite que "sólo una mujer como ella es capaz de argumentar y dar consejos a otras personas cuya vida sexual no es tan boyante como la de ella".

"Conmigo ellas se sienten liberadas de expresarse porque me ven teniendo sexo y ven qué palabras utilizo y lo grosera que a veces soy, que en ocasiones rayo la vulgaridad", afirmó Gómez.

Ellas se sienten "como si estuvieran con la mejor amiga", según comentó la actriz, y aunque en la primera pregunta "se sienten más cohibidas", luego se van liberando hasta el punto que en ocasiones no la dejan hablar.

Cada semana Esperanza Gómez subirá un nuevo vídeo a Youtube. De momento ya ha grabado 15 episodios en los que admite salirse de la norma y no aparentar ser una sexóloga normal.

Con sus clases teóricas, mucho más cerca del serial que al trabajo de los youtubers y que ha puesto en marcha Sony Music, espera "poner un granito de arena más a la hora de conseguir la igualdad para las mujeres".

Según una investigación llevada a cabo por la Universidad de Nicosia en Chipre, los culpables de que en el mundo proliferen las lesbianas son los propios varones. Dicho estudio, realizado a 1509 personas, afirma que el mero hecho de que los hombres fantaseen con mujeres dándose el lote, es la causa del aumento de la homosexualidad femenina.

Los resultados de la encuentra realizada a los jóvenes revela unos datos que la universidad ha interpretado como le ha salido del mismísimo moño. Asegura que el 34,3% de los hombres encuestados quieren tener sexo con varias mujeres a la vez (poco nos parece), mientras que entre las mujeres este deseo sólo afecta al 7,8%.

Además, admite que en el caso de las mujeres no sucede lo mismo, pues en el ranking de los deseos sexuales de las féminas no está entre los primeros lugares el de montárselo con dos maromos a la vez. Misoginia, homofobia o estupidez. A veces nos sobra demasiado el tiempo o el dinero para destinar a estudiar cosas tan absurdas como estas.