La Policía del condado de Doña Ana (Nuevo México, Estados Unidos) vivieron el pasado domingo una persecución digna de película de acción, pero lo curioso es que fue provocada por un niño de 12 años montado en un todoterreno.
El pequeño iba conduciendo por la carretera interestatal 25 hacia el sur cuando las autoridades aparecieron con el coche para que se detuviera. Sin embargo, el conductor ignoró las luces y las sirenas y continuó conduciendo.
Tras salir de la carretera, el niño llegó a un aparcamiento, donde varios pasajeros saltaron del vehículo en marcha. Según dijo el sheriff del condado a ABC7 News, dentro del vehículo había cinco niños, pues el conductor recogió a cuatro jóvenes de entre 12 y 17 años más.
Tras dejar a los pasajeros en el aparcamiento, el niño se metió en el tráfico en sentido contrario y terminó chocando con otro coche de frente. Desgraciadamente, el conductor del otro vehículo tuvo que ser trasladado al hospital con heridas leves.
Una testigo, que conducía por la autopista y se topó de frente con el coche, consiguió grabar al conductor con el móvil después de esquivarlo, pero se quedó "completamente desprevenida" al darse cuenta de que era un niño que "apenas podía ver por encima del volante".
Los agentes arrestaron al joven y lo acusaron por huir de la autoridad con agravantes y de conducir un coche robado. Pero, de hecho, los policías se llevaron una sorpresa al descubrir que el niño tenía una orden de detención por cometer un robo en un vehículo, y en el bolsillo llevaba balas de 9 milímetros pertenecientes a un arma que encontraron más tarde en la carretera.
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