Desde hace un tiempo el deshielo del permafrost viene siendo un problema en la estepa siberiana, un fenómeno que produce enormes lagos de agua, la liberación de una gran cantidad de gases a la atmósfera y la llegada de sedimentos y fósiles a las cuencas fluviales de las regiones aledañas.

Tal es la cantidad de fósiles que se ven arrastrados a las cuencas de los ríos que muchos pescadores han visto la posibilidad de lucrarse económicamente con la venta de 'restos del pasado' que ni tan siquiera identifican. Es el caso de estos dos pescadores de la región de Yakutia, situada en la República del Sajá, que decidieron salir a faenar a la cuenca de un río por si tenían la suerte de encontrar uno de esos ansiados fósiles.

Cual fue su sorpresa que tras toparse con un enorme objeto con sus redes decidieron subirlo a la superficie con ayuda de una cuerda y acabaron encontrando el colmillo de un mamut que pesaba alrededor de 50 kilos. Un objeto de coleccionismo que sin la debida legislación acabará vendido al mayor postor por una suma de dinero inferior a la de su coste real.

Muchos son los coleccionistas que consiguen objetos de esta clase en el mercado negro para su disfrute personal, restos de un pasado que el deshielo ha sacado a la luz y deberían estar conservados en un museo.