La pirotecnia o los truenos pueden producir un gran estrés en los perros, que tienen un oído mucho más sensible que el de los humanos, además de no saber de dónde proceden esos estruendosos sonidos. 

Así que el perro indio del que habla esta noticia se refugió en el lavadero de la casa donde vive cuando se desató una fuerte tormenta eléctrica que hizo resonar numerosos truenos. 

Pero el consuelo vino de la persona menos esperada: el bebé de la casa, que no dudó en ir junto a su compañero peludo a abrazarle, a hablarle en su ininteligible lenguaje y a calmarle. 

El vídeo, subido por el usuario de Twitter, @akkitwts acumula más de 800.000 reproducciones y se ha convertido en viral por medio mundo.