A pesar de que hace medio siglo que nuestro país apenas ha hecho algo importante (si de clasificación hablamos), este 2020 podría volver a ser el año de España en Eurovisión de la mano de Blas Cantó.

Y no por la canción que lleve el murciano -que aún no se conoce-, ni por sus dotes -aunque las ha demostrado sobradamente-, sino por una teoría popularizada en los últimos días en las redes sociales que se basa en un patrón de acontecimientos del festival que se repite cada década y que apunta a la victoria de un país del Big 5, entre los que se encuentra España.

La teoría, aunque a primera vista resulta poco probable que se cumpla, se explica de la siguiente manera: en 2007 Serbia ganó por primera vez en su historia. Diez años después, en Eurovisión 2017, Portugal celebró su primera victoria; en la edición de 2008 hubo un total de 43 países participantes, igual que en 2018; el patrón de diez años se repite también en 2009 y 2019, cuando, en ambas ocasiones, un país se retiró por un problema con Rusia. En el primer caso fue Georgia y, en el segundo, Ucrania.

Así llegamos a 2010, cuando Hungría y Montenegro se ausentaron del festival, hecho que ya se ha confirmado que ocurrirá también en Eurovisión 2020. Hace diez años ganó Alemania, un miembro del Big 5. Por lo tanto, si los acontecimientos se repiten como ha ocurrido con todos los anteriores, Alemania, España, Francia, Italia o Reino Unido (miembros del Big 5) podrían volver a ganar esta edición en Rotterdam.

Por muy poco probable que parezca, la comunidad eurofan de las redes ha dado por buena la teoría y ya ha encontrado nuevas casualidades que el planteamiento inicial no contemplaba y que también acabarían con una victoria del Big 5 en 2020.