La bechamel es uno de esos básicos de la cocina que a muchos nos cuesta. Las croquetas, los canelones, la lasaña... Algunos de nuestros platos preferidos llevan esta deliciosa y delicada salsa. Aunque su cocinado sea algo complicado, existen algunos trucos para que nos quede un resultado perfecto, sin grumos, delicioso y al punto.
El cocinero Karlos Arguiñano, en su programa Cocina Abierta, ha desvelado el truco definitivo para cocinar esta salsa, que ha utilizado para preparar unas deliciosas berenjenas rellenas.
Lo primero que llama la atención de la bechamel de Arguiñano es que, al contrario de lo que muchas recetas recomiendan, el cocinero utiliza aceite de oliva en lugar de mantequilla. Si elegimos el 'oro líquido' para nuestro plato, lo mejor será elegir un aceite de oliva de sabor discreto, para que el aroma intenso del virgen extra no eclipse la salsa.
Pero el truco definitivo que da Arguiñano, y que repite cada vez que hace esta deliciosa salsa, es cocinar bien la harina. Siempre se debe sofreír primero un poco la harina, al calor del aceite, para evitar que luego, al comer, nos encontremos con el sabor a harina cruda.
Después de unos segundos de cocción (unos 20 segundos si el aceite está caliente), el cocinero va añadiendo la leche poco a poco, sin dejar de remover con las varillas ni un segundo. Así, podremos evitar que se formen grumos desagradables.
Cuando tenga la textura deseada, el consejo del cocinero es bajar el fuego al mínimo y dejarla reposar mientras cocinamos el resto de la preparación. Si, en este tiempo, la salsa espesa demasiado, Arguiñano nos tranquiliza: siempre se puede añadir un poco más de leche.
Siguiendo estos consejos de Karlos Arguiñano, conseguiremos una bechamel perfecta, al punto y sin ese desagradable sabor a harina.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios