De sabor intenso, ligeramente rosado y delicioso. El salmón es uno de los pescados más habituales en las mesas de España, ya que es un producto muy versátil y fácil de preparar. Además, es una fuente de ácidos grasos omega-3 y vitamina B, con propiedades beneficiosas para la salud.
Ya sea en una lasaña, acompañado con verduras al vapor o al horno, el salmón es un pescado muy agradecido, se presta a una multitud de combinaciones y es apto para todos los miembros de la familia. Eso sí, hay que tener cuidado con el cocinado, porque podemos pasarnos y que quede seco. Por eso, nos fijamos en los que más saben de cocina para copiar sus trucos y que el plato quede perfecto.
Cómo preparar el salmón para que quede jugoso
Ya lo dijo Eva Arguiñano con respecto a la repostería: la temperatura del producto influye mucho en el resultado del cocinado. Con el salmón pasa lo mismo, por eso, sacaremos el salmón del frigo y lo dejaremos a temperatura ambiente durante unos 15-20 minutos antes de cocinarlo. Esto ayuda a que se cocine de manera más uniforme.
Es importante secar bien el salmón con papel de cocina antes de cocinarlo. Esto es clave para obtener una piel crujiente y para evitar que el pescado se pegue a la sartén.
También es importante calentar bien la sartén antes de añadir el aceite y luego el salmón. Una sartén caliente ayuda a sellar el exterior del salmón rápidamente, reteniendo los jugos y el sabor en el interior. Además, el resultado de un salmón bien cocinado se encuentra en su interior, que debe estar ligeramente rosado en el centro. Si lo cocincamos demasiado tiempo se secará. Un termómetro de cocina puede ser útil; el salmón está perfectamente cocido a una temperatura interna de unos 60°C.
Marinar este pescado es una buena opción para añadir sabor al salmón. Sin embargo, es importante no hacerlo con ingredientes ácidos (como limón o vinagre) durante demasiado tiempo, ya que puede empezar a cocinarse y cambiar su textura. Luego, al cocinarlo, ni la textura ni los tiempos serán los mismos y podremos hacerlo de más.
Por último, tras el cocinado, es bueno dejar reposar el salmón unos minutos para que los jugos se redistribuyan y tenga una textura jugosa.
Truco definitivo para que el salmón quede jugoso
Si bien todos estos trucos son fundamentales para que el salmón quede perfecto, este último consejo es el definitivo para que el resultado sea el deseado.
Si cocinamos el salmón en la sartén, lo haremos principalmente por un solo lado, especialmente si tiene piel. Esto hace que la piel esté crujiente y permite que el calor penetre suavemente a través del filete, dejando el centro jugoso. ¿Cuál es la proporción perfecta? Aproximadamente el 90% del tiempo por el lado de la piel y el 10% por el otro lado.
Receta de salmón a la plancha con espárragos
La mejor forma de aprender y llevar a cabo los anteriores consejos es poniéndote frente a los fogones y haciendo una buena receta. Así que, vamos a preparar el tradicional plato de salmón a la plancha con espárragos. Delicioso.
Ingredientes para el salmón a la plancha
-4 filetes de salmón (150-200 g cada uno)
-1 manojo de espárragos frescos
-Aceite de oliva
-Sal y pimienta
Cómo hacer el salmón a la plancha con espárragos
1. Lava y seca los espárragos. Corta los extremos duros.
2. Seca los filetes de salmón con papel de cocina y sazónalos con sal y pimienta.
3. Calienta una sartén grande a fuego medio y añade un poco de aceite de oliva. Añade los espárragos y saltea durante unos 4-5 minutos, dependiendo del grosor. Deben quedar tiernos pero crujientes.
4. Sazona los espárragos con sal y pimienta. Una vez cocidos, retíralos de la sartén y mantenlos calientes.
5. En la misma sartén a fuego medio-alto, añade un poco más de aceite y coloca los filetes de salmón con la piel hacia abajo (si tienen piel) y cocínalos sin moverlos durante unos 4-6 minutos, dependiendo del grosor.
6. Dale la vuelta al salmón y cocina durante otros 2 minutos para un punto medio. Ajusta el tiempo de cocción si prefieres el salmón más o menos hecho. Sirve los filetes de salmón con los espárragos al lado.
Propiedades del salmón
El salmón es un pescado azul de agua dulce o salada que pertenece a la familia Salmonidae y que nos aporta infinidad de beneficios a nuestro organismo. Se trata de un alimento rico en fósforo, selenio y vitaminas del grupo B3, B12, E y D, además de ser una importante fuente de proteínas.
Gracias al Omega 3, ayuda a controlar la presión arterial, por lo que disminuye la probabilidad de padecer ataques cardíacos, además de convertirlo en un excelente alimento para la memoria. Su contenido en vitamina A nos ayuda a reparar los tejidos musculares y tiene propiedad antiinflamatoria, por lo que retrasa el envejecimiento de la piel.
Por cada 100 gramos, el salmón contiene:
-Calorías: 182
-Proteínas: 18,4 g
-Grasas: 12 g
-Hierro: 0,7 mg
-Magnesio: 26 mg
-Potasio: 310 mg
-Fósforo: 250 mg
-Sodio: 98 mg
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