El huevo es uno de los alimentos más versátiles de nuestra cocina, el cual está presente en un sinfín de elaboraciones de maneras muy diversas. Entre ellas tenemos que hablar del huevo poché, una técnica muy empleada en la cocina que no está exenta de cierta dificultad. No obstante, siguiendo una serie de indicaciones se puede llegar a conseguir un huevo redondo y que esté bien cocido.
Preparar un huevo poché, al que también se le puede llamar huevo pochado o huevo escalfado, es muy original y conviene dominar la técnica para poder conseguir un resultado final perfecto que permite utilizarlo como guarnición de guisos, sopas o ensaladas, a las que aporta un toque especial.
¿Cuándo se pone vinagre en el huevo poché?
Para su elaboración se debe colocar el huevo de forma directa en un agua hirviendo, sin que haya capa protectora, lo que lleva a que haya un riesgo de que la clara se pueda llegar a desparramar sobre el agua, pero también puede hacer que el huevo no se mantenga debidamente unido o que, simplemente, el resultado final no sea bonito por sufrir cambios en su forma.
Afortunadamente, existe un pequeño truco para conseguir un huevo poché perfecto, y este se basa en el uso de vinagre. Echar vinagre al agua en el que se va a elaborar el huevo escalfado permite disfrutar de ayuda para coagular el huevo de forma rápida y uniforme, acelerando su cocción y evitando que la clara pueda llegar a derramarse su clara por la sartén. También hace que la clara del huevo tenga un aspecto más blanco.
Una preocupación habitual con respecto al uso del vinagre en la elaboración de un huevo poché tiene que ver con su sabor, pero no hay que preocuparse por ello, ya que el ingrediente se volatiliza durante la propia cocción, por lo que no afecta al sabor final del huevo.
Cómo usar el vinagre para preparar un huevo poché
A la hora de utilizar vinagre para preparar un huevo poché hay que tener en cuenta varios aspectos. Para empezar, hay que elegir un vinagre apropiado para su elaboración, siendo el vinagre blanco el más utilizado, aunque en este caso su grado de acidez debe ser inferior al 10% para que sea apropiado.
Este vinagre aporta un sabor más neutro y no produce cambios en el color del huevo poché, pero existen otras opciones como el vinagre de sidra de manzana, que aporta un sabor más ácido pero con un ligero toque dulce a manzana, y que en este caso aporta un color amarillento; el vinagre balsámico, que aporta un sabor agridulce al mismo tiempo que le otorga una tonalidad rosada; o el vinagre de vino tinto, que en su caso ofrece un sabor más picante y potente, además de hacer que el huevo poché adquiera un color rojizo.
Por otro lado, para cocinar el huevo poché sin que el sabor del vinagre llegue a enmascarar el del propio huevo, es necesario medir bien las cantidades. En este sentido, se recomienda añadir una cucharada de vinagre por cada litro de agua, si bien en el caso de que se utilice un vinagre balsámico o un vinagre de vino tinto, que se caracterizan por tener un sabor más intenso, se puede reducir la cantidad.
Para finalizar, si prefieres evitar el uso del vinagre porque te preocupa el sabor que pueda llegar a aportar a tu huevo poché o escalfado, debes saber que puedes usar limón como alternativa al vinagre, si bien en este caso también hará que el huevo tenga cierto sabor a este ingrediente.
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