Disfruta de este curioso entrante de zanahorias asadas con queso fresco que tendrás listo con pocos ingredientes

La zanahoria es una verdura ideal para elaborar de cualquier forma y en cualquier momento: a la plancha, asada, bien como entrante, como crujientes, o bien para utilizar en la repostería, como unos crepes de zanahoria. Se pueden utilizar también para hacer una salsa complementando la carne o el pescado. 

Aquí te traemos el entrante perfecto: sencillo, rápido de hacer y, sobre todo, saludable. ¿A qué esperas para probarlo? Podrás servirlo como entrante o como acompañamiento de un plato principal. 

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Ingredientes

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Elaboración

1. En primer lugar, hay que lavar bien las zanahorias y cortarlas en rodajas del mismo tamaño. Cuando estén listas, colócalas en un recipiente y añade las especias: pimentón, pimienta negra, ajo en polvo, jengibre y sal. Echa un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima y remueve hasta que esté todo bien integrado. 

2. Coloca las rodajas de zanahoria aliñadas en una bandeja e introdúcelas en el horno durante 30 minutos a 200 grados. También pueden elaborarse en la Airfryer. Una vez estén listas, retíralas y déjalas enfriar.

3. Coloca el queso fresco batido en un recipiente y añade el zumo del limón, orégano, pimentón y un chorrito de aceite de oliva. Mezcla todo bien.

4. Una vez esté el queso listo, extiéndelo con ayuda de una cuchara o una espátula en un plato y coloca encima de este las zanahorias. Decora un poco por encima con orégano o perejil, y ya tendrás listo este plato riquísimo. 

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Propiedades de la zanahoria 

Una de las características más destacables de la zanahoria es su gran versatilidad. Podemos disfrutarlas hervida, al vapor, licuada o fresca para aprovechar todos sus beneficios. Tiene un aporte calórico muy bajo, por tanto, es un buen recurso, para acompañar guisos e incluso para incluirlo de aperitivo acompañado de un hummus o alguna crema.

Esta verdura tiene un alto contenido, en nutrientes y vitaminas, especialmente, en vitamina A, en retinol y en fósforo. Además, favorece la retención de líquidos, la digestión y ayuda a regular el colesterol y a controlar los niveles de insulina. También colabora para tener una piel fantástica, relaja los nervios, fortalece las uñas, aporta brillo al cabello y protege los dientes y las encías, si se consume cruda.

Propiedades de la zanahoria por cada 100 g:

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