Hace años jamás se me hubiera ocurrido mezclar pescado con algo dulce. Mis primeras incursiones eran con boniatos o naranjas pero a falta de estos ingredientes en mi despensa hice una prueba con manzanas y quedó delicioso. Quizás inspirada en la cocina antigua siciliana donde solían hacer todo en un plato. Eso significa, entrante, principal y postre, y de ahí que cocinaran la caponata con cacao y miel. Este riquísimo plato era el acompañamiento de un tipo de pescado de esta pintoresca isla.
Origen de las manzanas
Las manzanas tienen un origen antiguo que se remonta a Asia Central, específicamente alrededor de Kazajistán. Han sido cultivadas y valoradas por más de 4000 años, no solo por su sabor sino también por sus propiedades nutricionales y medicinales.
Siempre pensamos en las manzanas como una fruta de la eterna juventud, mucho antes de que supiéramos todos los beneficios que la ciencia nos ha mostrado para nuestra salud. Quizás porque siempre ha sido una fruta que ha marcado nuestra historia y la mitología, como la manzana de la discordia relatada por Eris, que podría haber sido la causante de la guerra de Troya, o Iduna y sus manzanas de la mitología nórdica, las cuales mantenían la juventud de los dioses.
Curiosamente, siempre se nos viene a la cabeza el relato bíblico de la manzana de Eva, pero el texto no se refiere específicamente a esta fruta. Sea como sea, las manzanas son una gran fuente de nutrientes que benefician mucho a nuestra salud.
Receta
Esta receta ofrece una deliciosa combinación de sabores marinos y dulces con una preparación saludable al horno. Los boquerones rebozados se complementan perfectamente con la frescura y la ligera dulzura de las manzanas, creando un plato equilibrado y tentador. ¡Disfruta de esta deliciosa manera de preparar boquerones con un toque especial!
- Tiempo de Preparación: 20 minutos.
- Tiempo de Cocción: 15-20 minutos en horno / 12-15 minutos en freidora de aire.
- Porciones: 4 personas.
Ingredientes
Ingredientes principales
- 600 g de boquerones, abiertos a la mitad y limpios
- 2 manzanas preferentemente ecológicas grandes, cortadas en láminas finas
- 100 g de Pan rallado sin gluten para rebozar (o una mezcla de harina de trigo sarraceno y garbanzo con orégano, ajo y perejil).
- Aceite de oliva extra virgen
Condimentos
- 2 dientes de ajo, finamente picados
- 1 cucharada de perejil fresco picado
- Orégano seco al gusto
- Tomillo seco al gusto
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones
Para horno tradicional
- Preparación del horno. Pre-calienta el horno a 180°C. Forra una bandeja de horno con papel de hornear ecológico.
- Preparar los boquerones. Coloca los boquerones en la bandeja preparada y rocía con aceite de oliva por encima.
- Añadir condimentos. Esparce ajo y perejil previamente picados sobre los boquerones. Añade también orégano, sal y pimienta al gusto. Rocía nuevamente con aceite de oliva para asegurarte de que los boquerones queden bien cubiertos con los condimentos.
- Rebozado. Espolvorea pan rallado sin gluten sobre los boquerones, asegurándote de cubrir bien ambos lados. Para cubrir ambos lados de manera más efectiva, puedes voltear los boquerones después de espolvorear el primer lado y repetir el proceso para el otro lado.
- Agregar las manzanas. Cubre los boquerones con una capa de láminas de manzana. Condimenta las manzanas con un poco más de orégano, tomillo, sal y pimienta al gusto. Rocía nuevamente con un poco de aceite de oliva.
- Horneado. Hornea durante 15-20 minutos o hasta que los boquerones estén dorados y las manzanas tiernas.
Para la freidora de aire
- Precalienta la freidora de aire a 180°C.
- Prepara los boquerones siguiendo los pasos 2, 3 y 4 como para horno tradicional.
- Coloca una sola capa de boquerones en la cesta de la freidora, posiblemente necesites cocinar en tandas. No es necesario cubrir con manzanas en este paso.
- Cocina por 6-7 minutos, luego abre la freidora de aire, coloca las láminas de manzana sobre los boquerones, y cocina por otros 6-8 minutos o hasta que estén dorados y las manzanas tiernas.
Propiedades de las manzanas
- Regula la glucosa. La fructosa y los polifenoles, antioxidantes contenidos en la manzana, mejoran el equilibrio metabólico y ralentizan la absorción de azúcar en la sangre.
- Constipación y diarrea. La pectina ejerce una acción ampótera: puede aliviar la diarrea y, paradójicamente, el estreñimiento, adaptándose a las necesidades del organismo.
- Protección de los huesos: La florizina, un flavonoide presente en la piel de las manzanas, contribuye a prevenir la pérdida de masa ósea asociada a la menopausia, combatiendo la inflamación y la producción de radicales libres responsables de estos trastornos.
- Reducción del nivel de colesterol: La pectina y otros compuestos, como los polifenoles antioxidantes, ayudan a reducir los niveles de colesterol “malo” (LDL) y ralentizar su oxidación, fenómeno que incrementa el riesgo de arterosclerosis (endurecimiento de las paredes arteriales). Los polifenoles también protegen contra los efectos perjudiciales de los radicales libres en el miocardio de los vasos sanguíneos.
- Salud cardiovascular: Los estudios sugieren que el consumo de manzanas puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, gracias a su contenido de fibra, polifenoles y antioxidantes.
- Control de peso: La fibra en las manzanas promueve la sensación de saciedad, lo que puede disminuir el apetito y facilitar la gestión del peso.
- Salud digestiva: La fibra y los polifenoles presentes en las manzanas favorecen la salud intestinal y ayudan a proteger contra la obesidad, la diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.
- Riesgo reducido de diabetes: El consumo de manzanas podría estar vinculado con un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, debido a su contenido de fibra y polifenoles.
Referencias
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