Así es como Karlos Arguiñano consigue las croquetas perfectas

En este restaurante de la calle Lagasca capitaneado por Pilar Pedrosa no faltan las croquetas, por supuesto. Y su especialidad son las de la casa de jamón de bodega y queso de oveja. Una delicia.
Croquetas
Villoldo
En este restaurante de la calle Lagasca capitaneado por Pilar Pedrosa no faltan las croquetas, por supuesto. Y su especialidad son las de la casa de jamón de bodega y queso de oveja. Una delicia.

"No le puedes gustar a todo el mundo, no eres una croqueta". Seguro que en más de una ocasión has leído esa expresión por redes sociales haciendo referencia a que, pocas cosas existen en este país que agraden más que unas buenas croquetas. 

De jamón ibérico, de bacalao, de boletus, de espinacas... todos tenemos en mente nuestras recetas de croquetas favoritas -que muy probablemente sea la receta que ha pasado en tu familia de generación en generación- y que conseguir preparar a la perfección es un trabajo de ensayo y error. 

La experiencia es la madre de la ciencia -o eso dicen-, así que a la hora de elaborar croquetas nada como fijarnos en los que más saben. Sin duda, si hay alguien experimentado en el panorama gastronómico actual ese es Karlos Arguiñano, y es que el cocinero beasaindarra no deja de demostrarlo año tras año a través de sus libros de recetas y de su programa de televisión Cocina Abierta 

La croqueta perfecta

Una vez tenemos elaborada la bechamel como más nos guste, el secreto de Arguiñano está en dejarla enfriar lo suficiente para poder manejarla cómodamente. 

"Hacemos como un chorizo con la masa de las croquetas con un poquito de harina en la mesa o en la tabla", explica el chef mientras manipular la bechamel y la corta en trozos bastante generosos. 

Una vez tiene los pedazos divididos, con ayuda de las palmas de las manos les da una forma redondeada -aunque esto es a gusto del consumidor y cada uno puede darle la forma que más le agrade-. 

Cuando les hayamos dado forma pasamos las croquetas por harina, las bañamos en el huevo batido y directamente al panko, donde debemos rebozarlas bien. 

Arguiñano asegura mientras mete las croquetas en abundante aceite caliente que, si tenemos a alguien que nos eche una mano, como él hace con sus nietos, todo es más fácil y más rápido. Aunque bueno, si aún no tienes nietos puedes empezar a buscar un buen pinche de cocina que te ayude a preparar las croquetas perfectas. 

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