Lo buena que está y lo mucho que nos hace llorar cuando la cortamos… La cebolla es —sin lugar a duda— uno de los alimentos que más se usa en España. Sirve para salsas, sofritos, purés de verdura, ensaladas, y —la joya de la corona de la gastronomía española— la tortilla de patata, a pesar del debate sobre si lleva cebolla o no.
Es una pena que este tubérculo tan socorrido —y necesario— en la cocina, acabe siendo un enemigo por las lágrimas que provoca. Pero eso se acabó. Las redes sociales están abarrotas de trucos de cocina para ayudarnos y, en el caso de la cebolla, no iba a ser menos. Así que, toma nota del truco que arrasa en TikTok para no volver a llorar al cortar cebolla. Además, solo se necesitan 2 elementos que todos tenemos en casa.
Papel de cocina y agua; el truco de TikTok para dejar de llorar con la cebolla
Así es. Solo se necesita un trozo de papel de cocina —o si lo prefieres, un paño— y agua. ¿Qué es lo que hay que hacer con ello? Lo más sencillo que se pueda imaginar; tan solo se tiene que doblar el papel de cocina —o el paño—, mojarlo con agua, y colocarlo cerca de la cebolla que vamos a cortar. Si la cortas en una tabla, tan solo tienes que colocar el papel mojado en uno de los bordes, que quede por delante de ti.
Haciendo esto, el problema de no parar de llorar al partir este alimento se habrá terminado. Parece un truco de magia, pero no lo es; tiene una respuesta científica. El motivo por el que lloramos al cortar una cebolla son las moléculas que se desprenden del tubérculo. Esas moléculas —o partículas— se sienten atraídas por la fuente de agua que tengan más cerca y, por lo general, suelen ser nuestros ojos.
Por eso, al poner un papel mojado por delante, esas moléculas se unirán a él y no volveremos a llorar.
Otros trucos para cortar la cebolla sin llorar
A lo largo de los años se han ido viralizando diferentes ‘tips’ para cortar la cebolla sin que nos haga llorar.
Uno de ellos —y puede que el más conocido— es el de meter la cebolla al frigorífico unas horas antes de partirla, o sumergirla en agua muy fría. El objetivo de esta técnica es bajar la temperatura del tubérculo para que las moléculas que desprende tengan un menor impacto y no nos hagan llorar.
El siguiente ‘tip’ es muy simple. Tan solo debemos tener un cuchillo de calidad para cortar, que tenga buen filo. De esta forma, se dañará menos la pulpa de la cebolla, reduciendo las moléculas —o gases— que libera.
Por último, el truco más “cómico” —pero efectivo— es el de protegernos los ojos con unas gafas de bucear. Así, no hay duda de que estaremos completamente aislados y no lloraremos.
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