El aguacate se ha convertido en uno de los productos más consumidos en la dieta diaria de España. Es sano y está de moda. Es un alimento muy saludable. Tiene importantes propiedades nutricionales y es perfecto para acompañar cualquier ensalada, tostada o para hacer una rica salsa de guacamole.
Tan bueno es que los millennials se han hecho adictos al aguacate. Más allá de modas, tiene su explicación. Según la Universidad de Yale, resulta que cuando se combinan la grasa y los carbohidratos, una comida se vuelve más saciante que si solo contiene uno de los dos. El cerebro valora tanto los alimentos que contienen grasas como los que tienen carbohidratos, ya que nos hemos acostumbrado a pensar que estos alimentos aportan mucha energía.
Con los aguacates pasa que al comprarlos es difícil saber cuál es el estado óptimo de maduración. ¿Está demasiado duro? ¿Qué color tiene? La ciencia lo explica y nos ayuda.
Frutas climatéricas: siguen madurando aunque se haya recolectado
El aguacate es una fruta climatérica. Eso significa que sigue madurando aunque se haya recolectado. Es lo que les pasa también a, por ejemplo, las manzanas, los kiwis o los plátanos, que de igual modo son frutas climatéricas. En cambio, para entenderlo mejor, no son climatéricas las fresas, las uvas o los frutos rojos.
Dicho esto, ¿qué pasa cuando hemos comprado aguacates y no están suficientemente maduros, o sea, cuando no están listos para su consumo? Y si es así, ¿podemos acelerar su maduración en casa? Sí, hay un truco para que los aguacates maduren antes. Se llama plátano.
En las frutas cilmatéricas, la maduración está mediada por una hormona. Es el etileno. Hemos notado siempre que el plátano es una de las frutas que, un vez recogidas, más rápido maduran. Resulta que desprenden gran cantidad de esa hormona.
El truco de la bolsa de papel
Ocurre que el etileno no solo actúa sobre el plátano sino sobre cualquier otra fruta que esté a su alrededor. Hay que tenerlo en cuanta. Es decir, poner los plátanos en un cesto junto a otras frutas puede ser un problema... o una ventaja.
Nunca pongamos uvas, fresas o frutos rojos junto a unos plátanos, se nos echarán antes a perder. Porque estas frutas no climatéricas no siguen madurando. En su caso, se quedan en el estado en el que se recogen y luego pasan directamente a pudrirse. En cambio, sí nos puede interesar hacerlo con un aguacate.
Es decir, que si hemos comprado aguacates y están todavía un poco verdes, lo mejor es buscarles unos plátanos como compañero. El etileno hará el resto. Y quien dice frutero, dice bolsa si tenemos más prisa. Metemos un plátano en una bolsa de papel sin agujeros y luego el aguacate. Cerramos y dejamos que se acompañen.
Propiedades del aguacate
Se le considera un superalimento. Las razones: tiene ácidos grasos monoinsaturados, compuestos bioactivos (alguno antioxidante), potasio, ácido fólico y fibra. Contiene fibra y tiene un efecto saciante, pero no tiene propiedades adelgazantes.
Es verdad que el aguacate tiene hidratos de carbono y muchos ácidos grasos, pero resulta que lo suyo son grasas beneficiosas. Es decir, que cuando alquien nos diga que el aguacate engorda no está diciendo la verdad. No debemos comerlo si seguimos una dieta hipocalórica (por su alto contenido en grasas), si sufrimos de insuficiencia renal (por su alto contenido en potasio) o si somos alérgicos al látex.
El aguacate contiene grandes cantidades de vitamina E (un potente antioxidante), vitamina C y vitamina B, tal y como destaca la Federación Española de Nutrición (FEN). Además, el potasio que posee contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y de los músculos.
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