El táper (fiambrera o tartera, que se ha dicho en España durante décadas) nos permite preparar comida en casa y conservarla sin que pierda sus propiedades. Surgieron como una forma de almacenar y conservar la comida durante más tiempo y de manera organizada.
El alimento hay que guardarlo en la nevera lo antes posible. De hecho, nunca debemos dejar la comida en cuestión a temperatura ambiente durante más de dos horas (en verano ni una, si es que la temperatura ambiente supera los 30 grados). A partir de ese momento, es más probable que las bacterias proliferen.
Lo mejor es usar tuppers de boca ancha y alargados. Los más habituales son los cuadrados y rectangulares, pero son más seguros los redondos. En ellos la hermeticidad es superior y se puede eliminar mejor de su interior el aire residual.
Cuando los llenemos, las tarteras que usemos deberán estar perfectamente cerradas y separadas de otros alimentos, sobre todo los crudos, y no deben permanecer en la nevera más de tres días.
¿Qué hago con los olores?
El olor, los olores. A todos nos ha pasado que nuestros táperes desprendan un fuerte olor. Es desagradable. Pero en la cocina siempre (casi) hay un truco para todo. Este es el definitivo para conseguir que se vaya ese olor fuerte, causado probablemente por algún alimento demasiado intenso.
Hay que seguir comprando la prensa escrita, aunque solo sea por tener en casa papel de... periódico. Vale para mil cosas, por ejemplo para los táperes olorosos. Su uso es sencillo. Solo hay que rellenar la fiambrera con papel de periódico arrugado. Cerramos y la dejamos así un par de días. 48 horas después, el olor se habrá ido. Lavamos y punto.
¿Tuppers de plástico o vidrio?
Pese a ser más frágiles, los táperes de vidrio son la mejor opción: conservan mejor la comida y su sabor original. El problema es que pueden explotar en el congelador (en uno casero la temperatura puede llegar a los -30º) o luego al descongelarlo.
Los de plástico son los más versátiles a la hora de conservar comida, por flexibles y porque ocupan poco espacio. Pero el plástico puede alterar el sabor de los alimentos o, si utilizamos fiambreras improvisadas (hechas de un plástico no pensado para este uso), pueden liberar sustancias perjudiciales.
Recuerda que un verdadero tupper debe llevar grabado en el exterior (en el fondo) una copa y un tenedor. Eso indica que es apto para usarlo con alimentos. Aunque una fiambrera de plástico suele estar libre de bisphenol A o BPA, el calor y el paso del tiempo pueden liberar ftalatos, descriptores endocrinos que son perjudiciales para la salud. La mejor opción, lo hemos dicho, es uno de vidrio y si es redondo, mejor (más seguro).
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