Si hay un pincho en España que brilla sobre todos los demás y por méritos propios, a pesar de la sencillez de sus ingredientes, esa es la tortilla de patata. Patatas, huevo y sal, y opcionalmente cebolla, calabacín, pimiento o cualquier otro relleno que se nos ocurra, así como el punto correcto en la sartén vuelta y vuelta son sus señas de identidad, esas que pueden hacer que triunfe o fracase en apenas unos minutos.
Pero más allá de cómo nos queda la tortilla recién hecha, más o menos cuajada, más o menos jugosa, está el problema de qué hacemos con los restos que nos quedan. Recalentarla en el microondas al día siguiente puede valer para una emergencia, pero desde luego no es la idea que la buena mesa exige.
Entonces, ¿qué hacemos cuando hemos calculado mal y nos han sobrado algunas raciones? Karlos Arguiñano nos da la clave, "rica rica" y más sencilla de lo que imagináis para no bajar el nivel gastronómico ni una milésima.
¿Cuántos días puede aguantar una tortilla de patata en la nevera?
El tiempo aproximado que puedes mantener la tortilla de patata hecha y en la nevera ronda los 3-4 días. Sin embargo, debes saber que cada hora que pasa, y más aún en la nevera, los bordes se van endureciendo, y la jugosidad interior desaparece.
La mejor manera de conservarla es seguir el consejo del cocinero beasaindarra Karlos Arguiñano, práctico como pocos. Se trata de una receta de aprovechamiento rápida, sencilla y con un resultado brillante: tortilla guisada.
La mejor manera de que la tortilla se mantenga varios días jugosa
"Si metéis la tortilla en una salsa que hagáis vosotros mismos, conseguiréis que siga siendo igual o más jugosa que la receta original, y le estaréis dando una segunda vida fantástica".
La salsa que 'bañe' vuestra tortilla puede ser de tomate, salsa española, salsa verde, pepitoria… la que queráis. Karlos Arguiñano no proporciona una receta para que no tengamos que darle muchas vueltas: hacer una salsa de tortilla con tres dientes de ajo, aceite de oliva virgen extra, azafrán (10 hebras), 100 ml de vino blanco y caldo (500 ml). Y cuanto antes la mezcles con las sobras, mejor y más tiempo aguantará.
La salsa 'milagrosa' de Arguiñano, paso a paso
Ponemos en una sartén limpia tres cucharadas del aceite que nos ha sobrado de cocinar la tortilla original. A continuación, pelamos unos dientes de ajo y los incorporamos. Antes de que se doren, añadimos unas cucharadas de harina durante 3 minutos y, después, un chorro de vino blanco, el caldo y unas hebras de azafrán. Para finalizar, además de ajustar el punto de sal, añadimos unas ramas de perejil fresco y cocinamos la salsa durante 5 minutos.
El último paso consiste en mezclar la tortilla sobrante con la salsa para que se empape bien de sus sabores, mientras permanece en la sartén. Así, ambos ingredientes se calientan a la vez y ligan los sabores. Una vez se ha enfriado, podrás mantenerla en la nevera varios días sin temor a que se reseque.
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