La razón por la que los huevos no están refrigerados en el supermercado pero en casa sí debemos conservarlos en la nevera

La razón por la que los huevos no están refrigerados en el supermercado.
La razón por la que los huevos no están refrigerados en el supermercado.
lucigerma / iStock
La razón por la que los huevos no están refrigerados en el supermercado.
Unos huevos a temperatura ambiente en el supermercado.
WOCHIT

Con la llegada del calor, uno de los alimentos que siempre nos mantiene alerta a la hora de conservarlo para evitar intoxicaciones es el huevo. Un producto de lo más versátil con el que podemos preparar infinitas recetas, pero al que debemos prestar un cuidado especial en cuanto a temperatura de conservación.

Cuando compras huevos lo primero que haces al llegar a casa es meterlos en el frigorífico, y cuando sacas tu docena o media docena para coger los huevos que te hacen faltar para tus elaboraciones tienes bien interiorizado que, inmediatamente tienes que devolverlos al refrigerador para conservarlos en perfecto estado, pero, ¿entonces por qué en el supermercado los huevos no están conservados en frío?

Según explican desde la Comunidad de Madrid, para evitar salmonelosis y otras posibles intoxicaciones causadas por el huevo debemos asegurarnos al comprarlos de que la cáscara está intacta, y una vez lleguemos a casa guardarlos en la nevera. "¡Ojo, no hay que lavarlos antes de meterlos en la nevera!", aseguran desde la web. ¿Por qué tanta importancia por conservarlos en la nevera cuando vienen de estar a temperatura ambiente?

Los cambios bruscos de temperatura

Que en casa tengamos que conservar los huevos en el refrigerador mientras que en el supermercado están a temperatura ambiente tiene una explicación, y es que lo que se pretende es evitar los cambios bruscos de temperatura. 

Esto se traduce en que, si los huevos estuviesen refrigerados en el supermercado, hasta que llegamos a casa y vuelven a alcanzar la misma temperatura, podría dañarse la cutícula por la contracción y dilatación del cambio de temperatura; es decir, se puede desplazar la membrana fina que protege el huevo de la cáscara, que puede contener salmonela. 

Además de problemas con la cutícula, los cambios bruscos de temperatura pueden provocar condensaciones de agua en la superficie del huevo, lo que puede dar lugar al desarrollo de microorganismos que, por la naturaleza porosa de la cáscara, podrían penetrar hasta el interior del huevo.

Una vez en casa, debemos conservarlos entre 1 y 10 grados, ya además intentar que la humedad no sea superior al 80% para asegurarnos que nuestros huevos están en perfecto estado. 

Apúntate a nuestra newsletter y recibe en tu correo las mejores novedades para disfrutar al máximo del placer de comer.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento