Violencia xenófoba. Un hombre herido durante un ataque xenófobo en el campamento de Ramaphosa, al este de Johannesburgo. Una veintena de personas han muerto y miles se han visto forzadas a huir después de una semana de ataques violentos contra los inmigrantes.
Kim Ludbrook / EFEViolencia contra los inmigrantes. Un hombre procedente de Malawi yace herido tras recibir una paliza cuando trataba de regresar a su casa para recoger sus pertenencias en la zona de infraviviendas de Reiger Park, a las afueras de Johanesburgo. Es uno de los ataques que se han desatado desde la semana pasada contra inmigrantes procedentes de Malawi, Zimbabue y Mozambique, entre otros, a quienes los habitantes de las barriadas acusan de quitarles el empleo y las plazas de los colegios públicos.
Jerome Delay / APPobres contra pobres en Sudáfrica. Protesta en la barriada de Reiger Park que las autoridades relacionan con la violencia contra la inmigración que reina en Sudáfrica, principalmente en las zonas marginales de la grandes ciudades. En estas zonas se han producido ataques contra los inmigrantes, sobre todo de Zimbabue, Mozambique y Malawi, a quienes muchos sudafricanos pobres acusan de robarles los trabajos.FOTOGALERÍA: Violencia xenófoba en Sudáfrica
Siphiwe Sibeko / ReutersUn hombre, herido con una bala de goma durante la represión a una protesta en Reiger Park relacionada con la ola de violencia contra los inmigrantes.
Siphiwe Sibeko / ReutersLos periodistas fotografían a un hombre herido durante los disturbios en Reiger Park. Durante la última semana, han muerto 24 personas en los ataques contra los inmigrantes.
Siphiwe Sibeko / ReutersIncendio en la zona de infraviviendas en Reiger Park, durante los disturbios contra los inmigrantes. Más de 10.000 personas han tenido que refugiarse en comisarías y edificios municipales, mientras las terminales de autobuses y de trenes están llenas de gente que quiere regresar a su país.
SIPHIWE SIBEKO / ReutersHombres armados en el techo de sus viviendas en Reiger Park. Las autoridades sudafricanas afirman que los delincuentes están aprovechándose de la situación. "No sabemos qué está pasando, si se trata de xenofobia o no", ha dicho la portavoz policial, Sasa Lengene.
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